Barcelona

Robos de fruta y piezas de carne para sobrevivir a la crisis

Las autoridades y grupos de agricultores culpan a la crisis económica de España y dicen que los robos se han convertido en un problema importante para las patrullas. Una situación que comenzó la temporada pasada, pero que sigue e incluso se agudiza este año.

Robos de fruta y piezas de carne para sobrevivir a la crisis
Robos de fruta y piezas de carne para sobrevivir a la crisislarazon

Una foto tomada el pasado año revelaba una práctica que se ha ido extendiendo con la crisis: el robo en campos y granjas para conseguir comida o materiales. La instantánea recogía la estampa de una vaca que había sido despiezada y abandonados sus restos en un campo en la localidad de Fernán Caballero (Ciudad Real).

Los asaltos de este tipo no han hecho más que reproducirse en los últimos meses según denuncia la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). «Los culpables son jubilados, desempleados, jóvenes», indica el jefe de policía local de San Clemente de Llobregat (Barcelona).

De la noche a la mañana desaparecen cultivos y animales, de modo que la Policía ha añadido, en las regiones que han registrado más robos, el patrullaje de las tierras agrícolas en su lista de tareas diarias. En otros casos, son los propios agricultores los que en algunas zonas ya se han unido para organizar la vigilancia por su cuenta.

Los expertos creen que detrás de estas acciones están pequeños delincuentes en busca de dinero en metálico, materiales como el oro o el cobre o productos para subsistir.
Patrullas de vecinos

La Guardia Civil dice que a veces los agentes de montar operaciones para sellar pueblos enteros y revisar todos los coches y camiones para, por ejemplo, encontrar peras robadas. Productos que acaban habitualmente en mercadillos callejeros itinerantes y en metal en las chatarrerías. Sólo durante el pasado año se registraron más de 20.000 robos en las granjas españolas. Más de la mitad de estos robos y hurtos cometidos en campos como los de la demarcación de Girona no se denuncian. Una de las primeras medidas que se ha puesto en marcha en esta localidad es el desplazamiento de los agentes hasta las explotaciones para recoger de forma directa las denuncias, ya que muchos agricultores son reticentes a acudir a las comisarías a interponer una denuncia.

En San Clemente, indica el corresponsal de la agencia «AP» en España, el botín en esta época del año son las cerezas, «con la gente vendiéndolas a las puertas de casa y en los stands por 8 euros el kilo.