Seúl

«La marca España está lastrando la financiación de las empresas»

«No somos Grecia, Irlanda ni Portugal, pero el Gobierno debe cumplir las promesas que ha hecho»

 
 larazon

–Si comparamos los Presupuestos para 2011 con la «Propuesta Transforma España» que ha presentado la Fundación Everis para reconstruir el modelo español, ¿va por buen camino, o se está perdiendo el tiempo?
–Creo que hay que correr más, que hay que ir más deprisa. Suponiendo que todo esté en la buena dirección, que se puede discutir, se va demasiado despacio.

–¿Supone el documento un grito del empresariado?
–No es un grito, es una voz de alerta. La «Propuesta Transforma España» ha sido una iniciativa para buscar a líderes empresariales y expertos temáticos para que nos dijeran qué pensaban de la crisis económica, y nuestra sorpresa ha sido que el pensamiento de personas tan variadas como las que han contribuido es un pensamiento con un grado de coincidencia sorprendente.

–¿Cree que un cambio político puede ser relevante en la actual coyuntura?
–Lo que hay que hacer es cambiar la forma de gobernar. Hay algunas materias que no aguantan más disenso ni discusión. Hay que pactar algunas medidas de extrema importancia y urgencia.

–¿Pero sobre quién recae ahora la responsabilidad?
–Si uno oye al Gobierno, dice que la oposición siempre se opone, y si uno oye a oposición dice que el Gobierno nunca escucha. No podemos entrar en eso. Mi opinión personal es que no podemos seguir con tirios y troyanos. La situación requiere unas medidas estructurales y urgentes que no pueden ser discutidas durante largo tiempo. En el largo plazo van a coexistir gobiernos de distinto signo, y eso debe estar pactado.

–¿Cree que es posible alcanzar esos consensos ahora, en pleno año electoral?
–Es muy difícil llegar a acuerdos en un momento álgido desde el punto de vista electoral, pero también es verdad que, a medida que vamos profundizando en la crisis, tras el rescate de Grecia y con las noticias de ahora de Irlanda y Portugal, eso va haciéndonos ver que no tenemos mucho tiempo, no se puede esperar a las próximas elecciones o a una época electoralmente tranquila.

–¿Cree que existe un riesgo real de que España deba ser rescatada, que entre en default?
- Yo creo que la situación es cualitativamente distinta a la de Irlanda, Portugal y Grecia. Pero debemos ahuyentar que nadie pueda pensar que existe un riesgo.

–¿Cómo puede el Gobierno reforzar la imagen de solvencia de España?
–Con credibilidad, cumpliendo las promesas que ha hecho.

–Países como EEUU, Francia o Alemania utilizan con éxito su aparato diplomático en beneficio de sus empresas. ¿Cree que falta determinación del Gobierno para apoyar esos intereses?
–En los últimos 30 años he notado una sustanciadísima mejora en la conciencia económica de nuestro Servicio Exterior. Sin embargo, sería muy importante seguir apoyando la exportación, porque es nuestro talón de Aquiles. Desde ese punto de vista me parece que deberíamos hacer algo más.

–¿Está de acuerdo en que el Gobierno, por la calificación del Reino de España de las agencias de rating, está perjudicando a las empresas españolas?

–Los números cantan. Lo que me parece es que en la medida en que se tome conciencia y se ponga remedio estaríamos en el buen camino. Pero es verdad que hoy está lastrando la financiación de nuestras empresas por el concepto país. Hoy no se distingue en los mercados financieros entre deuda pública y deuda privada.

–¿Supone la reunión del G20 en Seúl un punto de inflexión?
–Hasta ahora se habían adoptado medidas no proteccionistas, medidas de remedio global, y se está empezando a tener la tentación, y en algún caso sucumbir a ella, de adoptar medidas de salvamento individual.

–¿Y cómo afectará a España?

–Las medidas de salvamento individual a España le vendría muy mal. No somos un país líder, y que los grandes fueran a salvar sus propios intereses nos vendría claramente mal.

–En el nuevo bipolarismo EE UU-China, Europa se ha quedado fuera de juego, ya no está en el tablero, está desenfocada...

-La situación para Europa es mucho peor de lo que estamos diciendo. Ahora se habla de combinaciones entre EEUU, China, Rusia e India, pero no de Europa. Hemos dejado de contar y debemos hacer esfuerzos notables para que la Unión Europea, si no hegemónica, siga sonando en el mundo. Si no es así nos vamos a quedar sin voz.