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Diego Urdiales: «Me he ganado a pulso las puertas que se están abriendo»

El riojano se encerrará con seis «victorinos» en la feria francesa de Nimes

Diego Urdiales: «Me he ganado a pulso las puertas que se están abriendo»
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Con erre de riojano. Con erre de La Ribera, su coso, su casa. Con erre de raza torera acostumbrada a las ganaderías duras. Con erre de enorme reto ante seis "victorinos"en el Coliseo Romano de Nimes, pero, sobre todo, con R mayúscula de reconocimiento. Por fin. Así, marcado por esta letra se posiciona ante los ojos de Diego Urdiales el 2012, el año en el que las empresas parecen haber valorado de una vez por todas el enorme tesón del bravo torero arnedano.

-¿Cómo encara este apasionante comienzo de curso?
-Esta temporada es muy importante para mí, porque voy a empezar muy pronto y hay que llegar todas las de la ley. Otros años no me han dado la oportunidad de hacerlo y en 2012 voy a ferias de peso como Castellón o Valencia por lo que, en lo personal, no puede empezar de mejor forma.


-Para el aficionado es ya un valor seguro, pero quizás debería este 2012 ser el momento de su consolidación, especialmente, en los carteles.

-Sí, no cabe duda de que, por lo pronto, voy a debutar en estos dos ciclos, junto a un tercero también destacado como es Nimes. No sé si se puede hablar de consolidación en las ferias, pero sí creo que se me están abriendo por fin las puertas que me he ganado a pulso en el ruedo.


-Los últimos años daba la sensación de que usted se ganaba un cartel a ley durante la temporada, pero que en el invierno se olvidaba ese crédito por una cosa o por otra y le tocaba empezar de nuevo de cero en primavera.

-Así ha sido en los cuatro años anteriores y tras triunfos en cosos importantes. Bueno, con lo que me quedo es que estaba en el buen camino. Sigo la línea que quiero y la única que está en mis manos, que es estar cada vez mejor delante del toro. Así, evolucionaré más aún como matador y perseguiré de cerca mi obsesión de cumplir lo que tantas veces he soñado en la cara de los astados.


-¿Qué ha cambiado con respecto al pasado para que sí se le valore esta campaña?

-Sin duda, la tarde de Bilbao tiene mucho que ver. Ya lo dije en su día, creo que fue una de esas faenas que marcan una carrera. Tenía esa sensación y está siendo así, porque quedó en el recuerdo. Fue una tarde de muchísima responsabilidad, de sí o sí. No me ayudó en nada el primero de mi lote, peligroso, y lo pasé muy mal hasta que salió el segundo, que me dejó un sabor de boca extraordinario. Sentir que me imponía primero y que después era capaz de torearlo muy despacio, que se entregara el público de esa manera, es una experiencia que se me quedó muy dentro.


-El bautismo en La Magdalena y las Fallas será con reses de Fuente Ymbro, materia prima que acostumbra a proporcionar triunfos.

-Es una ganadería muy importante. El año pasado echó una temporada fantástica y le embistieron muchísimos animales. Su encaste es Jandilla puro y tiene toda la emoción del toro bravo que te permite hacer el toreo bueno. De hecho, el único encierro que he matado en mi vida de este hierro fue precisamente esa tarde de Bilbao y cuajé probablemente los veinte mejores muletazos de toda mi carrera.


-Además comparte ambas tardes con Iván Fandiño y, en Fallas, también con David Mora: las dos revelaciones de 2011. ¿Le gusta la terna? Porque parece que será frecuente esta temporada.

-Es un cartel bonito y trascendente, ahora mismo en boca de muchísimos aficionados y de la prensa. Cualquiera de los tres hemos hecho méritos más que suficientes para entrar en el circuito de ferias y es tan atractivo como justo.


-Y por Pentecostés, encerrona en Nimes. ¿Cómo surge la idea de matar seis "victorinos"?

-Me le ofreció Simón (Casas). Ya era una idea que rondaba por mi cabeza, porque esta divisa ha sido relevante en mi trayectoria, me ha dado triunfos muy importantes y tengo una comunicación especial con la embestida de ese tipo de toro, única y muy especial. Me enorgullece ser capaz de entender y torear a muchos bureles de Victorino. La empresa me lo ofreció y no dudé en aceptar, porque será una tarde histórica para mí, aunque de grandísima responsabilidad. Marca el destino de un torero, pienso que estoy en el momento ideal para realizarlo y qué mejor lugar que Nimes, un escenario de primerísima categoría con un sabor tan especial y muy dado a este tipo de gestas.


-Entre los objetivos también estará su regreso a La Maestranza...

-Me encantaría. Es una plaza maravillosa en la que a cualquier torero le apetece torear y, en mi caso, me gustaría volver dos años después y elevar el listón de aquella vuelta al ruedo con mucha fuerza que di.


-Y por supuesto Madrid, una de sus plazas talismán. ¿Ha hablado ya con la nueva Taurodelta?

-No, aún es pronto y está todo parado. El aficionado de Las Ventas siempre me ha tratado con muchísimo respeto y cariño, estoy seguro de que este año no va a ser menos y mi deseo es devolverlo con un triunfo rotundo. Me gustaría estar bien colocado como creo que merezco, pero todavía no sé el planteamiento que tiene la empresa.


-Aún tienen mucha tela que cortar y negociar por los derechos de imagen. ¿Qué le parece esta polémica?

-Desconozco por dentro todo lo que está sucediendo entre los empresarios y el G-10 por lo que no estoy en disposición de opinar con argumentos. Desde fuera, creo que todos debemos asumir nuestra obligación de hacer las cosas lo mejor posible y buscar el bien para la Fiesta, porque en este momento no interesa ni estar enfrentados ni crear esa crispación, sino arreglar nuestros problemas entre todos lo antes posible.



Polémica temporada

Junto a David Mora e Iván Fandiño, Diego Urdiales se ha ganado a ley el salto en el escalafón que apunta en este 2012. La gran temporada de los tres diestros ha servido para que las empresas tiren de ellos para cubrir el lugar de algunas de las figuras del G-10. Una polémica en la que Urdiales no se ve «con argumentos para opinar». «Desconozco por dentro todo lo que está sucediendo entre los empresarios y el G-10. Desde fuera, creo que todos debemos asumir nuestra obligación de buscar el bien para la Fiesta, porque en este momento no interesa ni estar enfrentados ni crear esa crispación, sino arreglar nuestros problemas entre todos», justifica.