España

Resucitar el crédito

La Razón
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En su artículo del viernes en «The Wall Street Journal», el ministro de Economía hablaba de la muy necesaria reforma laboral que viene, y que girará en torno a dos elementos fundamentales, la descentralización de la negociación colectiva y la simplificación de los contratos de trabajo.
Resulta muy esperanzador oír hablar al ministro en estos términos, pero mucho me temo que de no atacar el problema del sistema financiero de forma agresiva, los resultados de esta reforma laboral medidos en forma de creación de empleo serán decepcionantes.

Si bien es indiscutible que con una tasa de paro propia del tercer mundo España tiene un problema en su legislación laboral, no es menos cierto que es la falta de crédito en España lo que ahoga la actividad económica e impide la creación de empleo. Por eso todavía más crítica que la reforma laboral resulta la del sistema financiero, y por eso preocupan los últimos rumores que apuntan a una reforma algo descafeinada respecto a la intención inicial del nuevo Gobierno. No es lo mismo que el nuevo esfuerzo en provisiones y recapitalización del sistema financiero se produzca en un año que en cuatro. Para reactivar el crédito en España los bancos necesitan sanear sus balances ya, provisionar y vender sus activos malos ya y recapitalizarse preferiblemente con dinero privado y sino con capital público europeo o doméstico. De no ser así, no haremos más que prolongar una agonía en la que los bancos acumularán capital reduciendo el tamaño de sus balances mediante la contracción de crédito al sector privado.

La financiación a tres años del BCE a la banca está siendo efectiva para resolver los problemas de liquidez a corto plazo del sistema financiero, pero de ninguna manera esta se está filtrando a la economía real. O restauramos el crédito en España o no habrá reforma estructural que valga.