Alimentación

Beber más agua durante el embarazo ayuda a mantener el líquido amniótico

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), con la colaboración de Solán de Cabras, ha lanzado varias iniciativas con objeto de divulgar los conocimientos requeridos para la correcta hidratación durante el embarazo y la lactancia. Una prueba de ello ha sido el primer manual español, «Agua, hidratación y salud en el embarazo y lactancia».

Los investigadores analizaron los niveles de siete PFAS diferentes en muestras de sangre recogidas de madres durante el embarazo
Los investigadores analizaron muestras de sangre recogidas de madres durante el embarazolarazonLa Razón

Los cambios fisiológicos que experimenta la mujer en la etapa de gestación provocan un incremento de las necesidades de hidratación. Según se desprende del manual, las embarazadas deben ingerir entre 2,5 y tres litros de agua diarios, ya que un consumo adecuado de líquidos ayuda a prevenir la formación de cálculos renales, así como determinadas infecciones urinarias y el estreñimiento.

Durante la lactancia la sensación de sed en la madre aumenta, por lo que se favorece esa necesaria ingesta hídrica. Un incremento del consumo de líquidos en el embarazo se traduce en múltiples beneficios para la salud. Además, el 90 por ciento de la leche materna es agua, ya que los bebés precisan de más cantidad en esta etapa que en otras posteriores.

El consumo recomendado de agua durante el primer trimestre de embarazo es de 2,5 litros al día, cifra que debe aumentar, hasta alcanzar los tres litros, a lo largo del segundo y del tercer trimestre.

Según el doctor Javier Aranceta, médico nutricionista, especialista en Medicina preventiva y Salud Pública, presidente de la SENC y coordinador del libro, «el aspecto de la hidratación y del agua no había sido considerado hasta la fecha. Cada vez hay más constancia de que determinadas enfermedades tienen su origen durante el embarazo. Esta monografía es un documento de gran utilidad para que los profesionales sanitarios estén actualizados en este ámbito. Se trata de un proyecto para seguir elaborando materiales de formación para el resto de ciudadanos, para que el agua y los alimentos sean considerados instrumentos que ayudan a mejorar la salud».

En este contexto, la SENC considera que los profesionales de la salud «deberían prestar una especial atención al aspecto asistencial, planteando directrices de actuación en los programas de salud materno-infantil, preparación al parto y educación nutricional en la etapa infantil».