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Ana Boyer graduación agridulce

LA RAZÓN asiste en exclusiva al acto académico al que no pudo acudir su padre, Miguel Boyer, que sigue su recuperación

Ana Boyer graduación agridulce
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A sus 23 años, Ana Boyer Preysler ya es licenciada en Derecho. Ayer por la tarde, acompañada por su madre y su hermana Tamara, se desplazó hasta la sede que la Universidad Pontificia de Comillas tiene en Cantoblanco, a las afueras de Madrid, para celebrar su graduación. Muy contenta, Ana subió al escenario a recoger su banda blanca y amarilla rodeada de sus compañeros y después hubo un cóctel para los alumnos y sus padres. El gran ausente fue Miguel Boyer, que se encuentra en pleno tratamiento de rehabilitación por el derrame cerebral que sufrió en febrero. La semana pasada Tamara declaró que Boyer estaba evolucionando, pero que «había que tener mucha paciencia» y que estaban todos pendientes de él. De hecho, Isabel Preysler aseguró que «no sabría qué habría hecho sin la entrega de mis hijas».

Una alumna ejemplar
Ana puede presumir de haberse graduado en la Universidad de ICADE, donde aprobar no es nada fácil. Todos los estudiantes de «E 3», como ellos llaman a esta modalidad de carrera, tendrán que examinarse a principios de julio de la reválida de Derecho, una prueba en la que entra todo el temario de los cinco años de licenciatura. A pesar de que ha sacado muy buenas notas, el año que viene Ana continuará en esta universidad –una de las más prestigiosas de España– estudiando el sexto y último curso de Administración y Dirección de Empresas.

La hija pequeña de Isabel Preysler y Miguel no es la primera «famosa» que elige ICADE para estudiar, como varios hijos de Alberto Ruiz-Gallardón; María, hija de Eduardo Zaplana; Isabel Marín, hija del ex presidente del Congreso, o la hija del dueño de Cortefiel. Además, este universidad pone todo su empeño en salvaguardar la vida privada de sus alumnos, algo que ya aprendió con Carla Goyanes. En cuanto se dieron cuenta de que a los medios de comunicación les interesaban las calificaciones de los hijos con apellidos conocidos, decidieron publicarlas con un código personal en vez de con el nombre.



Reinas del estilo

Isabel Preysler y sus hijas llamaron la atención por su elegancia. Ana eligió un vestido «nude» con un cinturón dorado; su madre se decantó también por ese color, aunque en traje de chaqueta, y Tamara puso la nota de color eligiendo el azul, uno de los tonos de la temporada.