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La mirada engaña

Un estudio revela que la honestidad no se refleja en el movimiento de los ojos, aunque los expertos discrepan

La mirada engaña
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MADRID- Dicen que los ojos son el espejo del alma que, a través de ellos, de su movimiento, se puede conocer un poco mejor a la persona: si es tímida porque rehuye la mirada directa, muestra seguridad excesiva si la mantiene de forma incisiva o si es extrovertida y más dispersa al variar continuamente la dirección de sus ojos. Los sinergólogos, o expertos en lenguaje no verbal han desarrollado diferentes técnicas para desentrañar la forma de ser de los humanos a través de su mirada, así como de sus gestos.

Entre los eruditos y la gente de a pie está muy extendida la teoría de que gracias a la observación del movimiento de los gestos se puede saber si tu interlocutor miente o dice la verdad. De acuerdo con la teoría, si al preguntar a una persona por un acontecimiento eleva sus ojos hacia la derecha, su respuesta es sincera, se basa en recuerdos, mientras que si la dirige hacia la izquierda, está creando un acontecimiento, es decir, miente. A pesar del uso de esta técnica por parte de los psicólogos, hasta la fecha no se había realizado ningún estudio relacionado con el tema. La publicación científica «PLoS ONE» ha presentado esta semana un estudio que desmonta toda esta teoría: «Los ojos no tienen la clave», titula la revista. De acuerdo con tres experimentos que han desarrollado dos universidades británicas y una canadiense la idea de que se puede mentir con la mirada no es del todo certera. Los tres estudios filmaron a un conjunto de voluntarios diciendo verdades y mentiras sobre diferentes situaciones. Más tarde analizaron las imágenes psicólogos expertos en Programación Neurolinguística (PNL) –una especialidad que analiza cómo interactúa el sistema nervioso y el lenguaje y cómo lo expresamos– y determinaron que «los resultados no apoyan la existencia de patrones que corroboren que la mirada miente o dice la verdad», aseguran en su artículo. En los tres experimentos en los que se vieron involucradas más de cien personas se elaboraron diferentes situaciones para conocer la reacción de los Participantes. Todos sabían que la investigación estaba relacionada con la mentira pero sólo un grupo conocía el interés de los científicos en analizar la mirada. Los resultados estadísticos no encontraron variaciones importantes entre los que decían verdades y mentiras a sabiendas de que el informe estaba relacionado con eso y los que desconocían la envergadura del estudio.

Los autores del informe indican que este resultado mantiene la línea de investigaciones previas que afirman que «los gestos son indicadores muy pobres para determinar el engaño». De ahí, que el próximo reto sea determinar por qué una teoría con tan poca base científica se han extendido tanto por todo el mundo. El informe de «PLoS ONE» también descarta el supuesto incremento del autoestima de las personas que conocen el significado de las miradas (arriba derecha, verdad y arriba izquierda, mentira).

La controversia sobre la veracidad de los gestos y, en especial de los ojos, también se debate entre los expertos en la materia. «Habría que hacer muchas matizaciones para determinar si la mirada miente o dice la verdad. Lo importante es el trato directo y repetido. Por ejemplo, si una persona me está contando un acontecimiento pasado y mira hacia la derecha durante varias sesiones, sé que es cierto lo que me cuenta. Pero si le pregunto por un acontecimiento concreto y desvía su mirada hacia la izquierda, puedo determinar que lo que me cuenta es un invento del momento, que miente. Aunque no siempre miramos hacia algún lado», sostiene Eduardo Díez Calzada, psicólogo y director de Autoestima y Cambio en Barcelona. Este especialista insiste en que la mirada tiene varios análisis: «La parte de arriba de la mirada está ligada con los recuerdos, la zona media con los sonidos y la inferior con sensaciones, olores y lo que se conoce como el diálogo interno».

La máquina de la verdad
Conocer cómo refleja cada uno su honestidad es muy importante a la hora de enfrentarse a procesos de selección o a entrevistas. «Si conoces lo que indican los gestos, puedes manejarlos a tu gusto. El autocontrol es muy importante», subraya el psicólogo.

Otra de las técnicas más extendidas a la hora de analizar la veracidad de las palabras de una persona, es el uso del polígrafo o más conocido como máquina de la verdad. De acuerdo con Díez Calzado, estos aparatos deben ajustarse a la fisiología de cada persona: «Se les plantean diferentes cuestiones para contrastar cuándo dicen la verdad y en qué momentos no. Y, a partir de su reacción ante estas respuestas, se regulan sus niveles de sudoración, la conductibilidad de la piel o el ritmo de los latidos del corazón».


El iris: mapa de las dolencias
- La iridiología es una técnica de diagnóstico no científica que permite identificar las enfermedades que sufre una persona analizando el iris de sus ojos.
- Esta técnica se remonta al antiguo Egipto y también la utilizó Aristóteles. Las personas que practican la iridiología determinan el estado de los órganos del cuerpo en función de las marcas que encuentran en el iris.
- Al igual que la reflexología (práctica que estimula pies, manos, nariz y orejas para aliuviar dolencias), el análisis del iris puede establecer el estado del hígado por las marcas que se encuentran en las correspondientes fibras del ojo, también puede determinar el nivel de inflamación que presentan.