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José Antonio Vera por Alfonso Ussía

La Razón
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El 17 de marzo de 2004, el día de mi primera colaboración en «La Razón», un día afortunado y feliz, José Antonio Vera era el Director del periódico, y Luis María Anson, su presidente de Honor. Mauricio Casals, Santiago Barreno y Joaquín Parera manejaban, como hoy, el cotarro. Con José Antonio Vera la tirada y las ventas de «La Razón» se establecieron en lo alto para asegurar el futuro. Me impresionó el buen ambiente de la Redacción y las ganas de triunfar de todos los componentes de la plantilla. Vera –del que me acabo de enterar que es malagueño– forma parte de la brillante generación de la transición. Como todos los nombrados anteriormente, se formó en ABC, lo mismo que el arriba firmante. En Andalucía soplan, de golpe, vientos muy alborotadores para los flequillos. Los dos flequillos más significativos del periodismo español son andaluces. El de José Antonio Vera y el de Pepe Oneto, que nació en la Real Isla de León, Isla de San Fernando, y vino al mundo rubio como los chorros del oro y con el flequillo puesto o descompuesto, como Vera, que en cuestión de estructuras flequilleras me ofrezco abierto a cualquier tipo de discusión.

Con José Antonio Vera de Director, «La Razón» dio el salto definitivo y volaron los nubarrones. Fue el segundo Director, sucesor de Joaquín Vila, también procedente de ABC y hombre de la máxima confianza de Anson. El tercer Director no destacó por su elegancia y sobrevuelo su etapa, y el 11 de febrero de 2008, día muy revuelto para quien escribe, tomó las riendas de «La Razón» Francisco Marhuenda, que había culminado una gran gestión en la delegación de Cataluña. Paco Marhuenda, estupendo periodista y persona educada hasta la exageración, es también creyente y, sin duda alguna, se ha ganado el eterno descanso en el Cielo por su despacho diario con nuestro Presidente, gran aficionado a las broncas, que es el camuflaje que utiliza para disfrazar su bondad y señorío. Así que me encontré un día a Paco Marhuenda con el nudo de la corbata ladeado, la su color de alhelí, y el andar cansino y le pregunté los motivos de tan lamentable estado y apariencia. «No, no me pasa nada, es que me acaba de llamar Mauricio a su despacho».

José Antonio Vera, gran periodista, tranquilo, afable, inmutable a veces, siempre conciliador, ha sido nombrado Presidente de la Agencia EFE, que también lo fue – y grandioso– el fundador de «La Razón» Luis María Anson. La Agencia EFE es la más importante de España, y lleva decenios en suave resignación de su actividad, después de que Anson la situara en lo más alto. A partir de ahora, esa profesionalidad, tranquilidad, afabilidad, inmutabilidad y mano izquierda de Vera le serán imprescindibles para alcanzar los objetivos de la declinada Agencia, uno de los cuales, y no remoto, sería el de su integración en Radiotelevisión Española.

Como columnista de «La Razón» le debo a José Antonio Vera, como a Fracisco Marhuenda, como a la cúpula gestora y empresarial de este periódico, la gratitud por su respeto a mi libertad, que ha sido pleno y profundo. Nos deja quien, desde el primer día, ha estado aquí, y confió –yo me incorporé mucho más tarde– en la vida y crecimiento de este periódico admirable, sostenido por el trabajo de tantos grandes profesionales y por el fundamento sólido de sus valores y sus principios. De todo ello, tiene José Antonio Vera mucha y muy buena culpa, y le deseo suerte y paciencia, fuerza y talento en su nueva y dificilísima etapa. Me debes una cena con angulas, José Antonio.