Historia

Granada

Al César lo que es del César: la escafandra es un invento español

Neil Armstrong asoma su cabeza por la nave. Enciende la cámara, baja las escaleras y pronuncia su frase más inmortal. Minutos después lo hará su compañero Aldrin: "Hermoso, hermoso", dice, antes de plantar la bandera americana y saludarla con respeto. Después, sin que nadie le vea, besa la minúscula bandera española grabada en su escafandra equipada con un sistema de respiración antivapor, termómetros, barómetros y un micrófono. Sólo gracias a ella está dando brincos por la Luna.

Emilio Herrero diseñó el primer traje de astronauta en 1935, como cuenta este recorte de periódico
Emilio Herrero diseñó el primer traje de astronauta en 1935, como cuenta este recorte de periódicolarazon

La primera parte de la entradilla que corona este reportaje es real (con el permiso de los apóstoles de la teoría de la conspiración). La segunda, la de la bandera española y la licencia patriotera, no lo es, obviamente, pero bien pudo haberlo sido. Armstrong fue el primer humano en llegar a la Luna. Emilio Herrera, español de Granada, el primero que diseñó un traje espacial, nada menos que 34 años antes del "gran salto para la Humanidad".

Por si alguno lo ponía aún en cuestión, a Emilio Herrera le acaban de reconocer el mérito, 75 años después, los expertos internacionales reunidos estos días en Madrid en el Congreso Histelcon 2010, organizado por la Fundación Telefónica. El premio de consolación llega tarde para reclamar patentes, pero al menos reconoce el esfuerzo de un español que tenía la mirada puesta en el cielo mientras sus compatriotas se daban patadas con los pies en la tierra.

Según han revelado los investigadores J. Ignacio Hidalgo y Juan Lanchares, de la Universidad Complutense de Madrid, Emilio Herrera Linares diseñó en 1935 un globo aerostático capaz de alcanzar los 25.000 metros de altitud, que estaba equipado, y esto es lo importante, con un traje que incluía micrófono, sistema de respiración antivapor, termómetros, barómetro y varias herramientas para medir y obtener muestras.

Que su "cacharro"habría llegado totalmente desfasado al viaje del Apolo XI está fuera de toda duda. También que habría que haberlo sometido a innumerables mejoras para lanzarlo a 384.000 kilómetros de la Tierra. Pero lo que los expertos reconocen ahora es la labor precursora de este inventor, silenciado durante muchos años.

Pero, ¿quién era Emilio Herrera? Desde luego, una rara avis para la época que, de tanto pensar en la Luna, perdió su lugar en la Tierra. Fue un militar español, aviador y científico, el primero en sobrevolar el estrecho de Gibraltar y leal colaborador de Juan de la Cierva y Leopoldo Torres Quevedo. Acompañó a Einstein en su visita a España en 1923, defendió el esperanto y predijo que el hombre viajaría más allá de la atmósfera.

Cuando estalló la Guerra Civil, un año después de su invento, tenía fama de conservador y promonárquico, pero permaneció del lado de la República, en cuyo ejército continuó su carrera, hasta el extremo de que llegó a ser presidente en el exilio entre 1960 y 1962. Simultaneó su labor política con su actividad científica y sus intentos por promocionar su traje espacial.

En el Congreso en el que se ha reconocido su figura, organizado por la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación (AEIT), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Institute of Electrical and Electronic Engineers (IEEE), se han conmemorado los cien años de radiodifusión bajo el lema "A Century of Broadcasting". En él han participado ponentes diversos ponentes de reconocimiento internacional.

Entre las muchas anécdotas expuestas durante el Congreso, una especialmente llamativa: durante la Guerra Civil ambos bandos de la contienda retransmitieron a través de Unión Radio (con sede en Gran Vía 32) sus partes de guerra, alternándose: el bando republicano realizaba las emisiones del Gobierno y, por la noche, el ejército franquista comunicaba sus noticias desde la misma antena, según explicó el experto José Luis Goberna. Una más de las incongruencias de la guerra fraciticida.