Alicante

Castella y Perera miden sus fuerzas

Valladolid. Tercera de la Feria de la Virgen de San Lorenzo. Se lidiaron toros de Zalduendo, bien presentados. Áspero, el 1º; buenos, 2º y 5º; muy noble, el 3º; violento, el 4º; y a menos, el 6º. Dos tercios de entrada.- Enrique Ponce, de tabaco y oro, media, descabello (saludos); pinchazo, bajonazo, dos pinchazos, aviso, media, dos descabellos (silencio).- Sebastián Castella, de nazareno y oro, estocada trasera (oreja); buena estocada, aviso (dos orejas).- Miguel Ángel Perera, de rosa y oro, pinchazo, estocada buena (oreja); pinchazo, estocada (dos orejas).

El diestro galo da un pase de pecho, ayer, en el coso pucelano
El diestro galo da un pase de pecho, ayer, en el coso pucelanolarazon

Ponce rompía el duelo que se batía en Valladolid. Otra vez Perera, otra vez Castella en el año en el que se verán las caras a solas en tres ocasiones. Ayer Enrique Ponce se salió y lo sacaron de lo que ocurría en el ruedo. Castella llevaba ya tres orejas de un palco facilón, pero tenía el camino abierto para no irse de pie de la plaza, cuando saltó el sexto. El último de Perera. Y Perera salió a por todas, avasallador, un paso más, en busca del último aliento del toro. Se puso en el centro del ruedo y se sucedieron los pases cambiados por la espalda, pero qué pases, por ahí sudaba el miedo. Centímetros, milímetros, el toro se abría paso en inverosímil espacio. Un toro que fue como el rayo primero para apagarse después. Perera no quería salir andando de la plaza, y no salió. Pero para ello madrugó para sacar el repertorio. Tan cerca de los pitones, tan seguro, cruzando la mirada del toro de lado a lado, en el centro él, perfecto, situado, echando el pecho, gallardo. Aquel era el camino del éxito, aunque pinchó primero, y se volcó después. Y dos orejas. Consumado el empate, la puerta grande a duo. También acabó con un arrimón en el tercero, que fue toro noble, bueno, y templado el torero. En una faena patrón de Perera. Le alargó primero la embestida en las primeras tandas, lo barnizó todo de temple, suavidad y acabó metido entre los pitones.

Castella, con verdad
A Castella le tocó buen lote. El quinto lo tuvo todo de bueno, se iba al más allá si le acompañabas. Y así entre tanto y tanto de la faena, lo pudimos ver en algunos derechazos tan largos que amenazaban con cerrar el círculo. Castella, que comenzó con estatuarios, hizo una faena bonita, templada, con algún altibajo y una verdad brutal en la suerte suprema. Se tiró a matar como si no hubiera mañana. Más estrechito de sienes fue su primero, al que recibió con lances y unas chicuelinas muy suaves, como a cámara lenta a pesar de que el toro recién salía de toriles. Se quiso rajar en la suerte de varas, pero luego fue a la muleta del francés sin una mirada de más. Su faena anduvo por el temple, la ligazón y la solvencia. Circulares y manoletinas incluidos.

A Ponce le quitó el cuarto, áspero y violento en la arrancada, y se quitó con la periférica faena por fuera al primero, que se dejaba punto brusco. Dos salidas a hombros. Dos. Circuito cerrado que se debatió entre Perera y Castella.


Rafael de la Rosa, susto en Villena
El banderillero Rafael de la Rosa, perteneciente a la cuadrilla de Francisco Rivera Ordóñez, sufrió ayer una fuerte voltereta en Villena (Alicante) cuando realizaba las labores de brega en el tercio de banderillas del segundo astado del festejo. El animal lo prendió de fea manera y le propinó una fuerte paliza, que provocó que el subalterno perdiera el conocimiento sobre el ruedo.
Rápidamente, el torero de plata fue trasladado en UVI móvil a un hospital de dicha localidad, donde consiguió recuperar el conocimiento. Se lidiaron reses de Hermanos García Jiménez, el tercero como sobrero, de buen juego. Vicente Barrera, oreja y dos orejas; Rivera Ordóñez, ovación y dos orejas y rabo; El Fandi, dos orejas en ambos. Lleno de «no hay billetes».