Europa

Estrecho de Gibraltar

Un documental recupera la polémica del «Hombre de Orce»

Orce saltó a la fama en 1982, cuando se halló un hueso del primer europeo, el gran descubrimiento de un paleontólogo discutido hasta ahora por sus colegas.

El fósil hallado por Gibert
El fósil hallado por Gibertlarazon

Canal de Historia estrena hoy en exclusiva, a partir de las 17:00 horas, «El Hombre de Orce», un documental que se centra en una de las principales polémicas paleontológicas, 28 años después de su descubrimiento. En 1982, el paleontólogo español José Gibert Clols, halló en el yacimiento granadino de Venta Micena, en Orce, un fósil de cráneo humano (posiblemente perteneciente a un niño de 5 años), con una antigüedad estimada de 1,5 millones de años. Era así el resto de homínido más antiguo que se conocía hasta aquel momento, y lo bautizó como «Hombre de Orce».

Poco después, científicos franceses del Louvre denunciaron que los restos de Orce no pertenecían a un homínido, sino a un équido, al descubrirse en el cráneo la existencia de una cresta occipital. La polémica se explicaba en gran parte porque el descubrimiento de Orce cuestionaba el paradigma evolutivo establecido en Europa a principios de los años ochenta. Pero para Gibert, el género homo penetró en Eurasia por diferentes vías en varios momentos sucesivos. Una de estas vías fue el Estrecho de Gibraltar, lo que explica la presencia humana en la Península Ibérica en una edad tan temprana.

José Gibert murió en octubre de 2007, pero el debate mundial sobre el descubrimiento continúa tan de actualidad como hace 28 años. Canal de Historia ha producido junto a «La nave de Tharsis» un documental en el que se aborda en profundidad la historia del paleontólogo español y el desencuentro con la comunidad científica, gracias a las grabaciones realizadas antes de su fallecimiento.

Las excavaciones que se han realizado posteriormente pueden acabar dando la razón a José Gibert: en los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3 se han encontrado piezas manipuladas por el hombre, con una fecha estimada de 1,4 millones de años de antigüedad (en Atapuerca, se ha hallado una mandíbula de 1,3 millones de años), y se han sumado otras de trozos de cráneos de homínidos provistos de cresta occipital, como el denominado «Niño de Francolí», que demuestran la presencia de elementos exclusivamente humanos, como la albúmina, lo que confirma que su origen no es, en modo alguno, un équido.


Más antiguo que los habitantes de Atapuerca
José Gibert fue sin duda un hombre maltratado por la comunidad científica. Sus investigaciones de años fueron ignoradas y discutidas por gran parte de sus colegas y falleció sin que su importantísimo hallazgo fuera reconocido. Sin embargo, los últimos descubrimientos y las técnicas utilizadas en la actualidad a la hora de datar los fósiles pueden dar la razón al paleontólogo. Según afirma Eduald Carbonell, uno de los tres codirectores del yacimientos de Atapuerca, «es muy posible que cuando se siga la investigación en la zona de Guadix-Baza se encuentren los restos más antiguos, porque los yacimientos granadinos tienen niveles anteriores a los que hemos encontrado en la Sierra de Atapuerca». El yacimiento burgalés es uno de los más relevantes del mundo, ya que se han encontrado restos perteneciente al Pleistoceno inferior (con una antigüedad superior al millón de años), lo que ha permitido hacer una cronología bastante exhaustiva de la evolución de los primeros «humanos». En los yacimientos de Orce, los restos homínidos son 500.000 años más antiguos, lo que pone de manifiesto el excepcional descubrimiento de José Gibert, pues, de confirmarse los actuales trabajos, su «hombre» sería el primer poblador de Europa.