Uagadugú

Fernández y Gonyalons ya están de vuelta en casa

La vicepresidenta del Gobierno recibe a los cooperantes liberados, junto a sus familiares, a su llegada a Madrid

Fernández y Gonyalons ya están de vuelta en casa
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Sonrientes, felices y emocionados. Nueve meses y un día después de su secuestro en un campo de refugiados saharauis al sur de Argelia, los cooperantes españoles Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons aterrizaron ayer, a las ocho de la tarde, en la base aérea de Torrejón y pudieron abrazar a sus familiares. Un momento muy emocionante, en palabras de una diplomática presente, que cierra satisfactoriamente una crisis.
A pesar del interés suscitado por su caso, por expreso y comprensible deseo de las familias de ambos, el recibimiento al pie de la escalerilla del avión de la Fuerza Aérea Española se redujo al mínimo: allí estaban presentes, además de sus más allegados, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito; el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles.
Gonyalons y Fernández, según fuentes diplomáticas, se encuentran en buen estado de salud y tuvieron apoyo sanitario durante el vuelo que les trajo desde Uagadugu, la capital de Burkina Faso. A esta ciudad llegaron en helicóptero la noche del miércoles, acompañados del general voltense Gilbert Diendiere, jefe del equipo que ha estado negociando su libertad con el Movimiento de Unicidad y Yihad en África del Oeste (MUYAO), un grupúsculo terrorista próximo a Al Qaeda.
A su llegada al aeropuerto de Uagadugu, Enric Gonyalons se mostró agradecido con las autoridades del país africano: «Doy las gracias al Gobierno de Burkina Faso por la liberación», dijo el cooperante de la ONG MunduBat, en una breve declaración, mientras sus compañeras Ainhoa Fernández y la italiana Rosella Urru optaban por mantener un discreto silencio. Fueron también sus únicas palabras. Gonyalons, que cojeaba ligeramente, lo que podría confirmar que resultó herido durante el secuestro, rehusó después hacer comentarios cuando los periodistas le preguntaron sobre las condiciones de vida durante el secuestro, que comenzó el pasado 22 de octubre, cuando una decena de hombres armados irrumpió en el campamento de Rabuni y les tomó como rehenes.
El general Gilbert Diendéré, asesor de seguridad del presidente voltense, Blaise Compaoré, sí que ofreció algunos detalles sobre el caso. Además de explicar que las dos mujeres estuvieron juntas durante los últimos cinco meses, mientras Gonyalons permaneció aislado, aseguró que la entrega de los cooperantes ha sido el resultado de un intercambio por dos personas detenidas por su implicación en el secuestro. «Ha sido una liberación a cambio de otra liberación», afirmó el militar antes de confirmar que uno de los dos islamistas arrestados y liberados en Mauritania ya ha sido trasladado a Malí.
Diendéré evitó confirmar si los gobiernos italiano y español han pagado algún tipo de rescate por la liberación de los tres cooperantes. Sin embargo, la agencia de noticias oficial mauritana ANI, la misma que informó de que las autoridades mauritanas liberaron al salafista saharaui Mamme Ould Oukfir implicado en el secuestro, señalaba ayer que podrían haberse pagado 2 o 3 millones de euros. Poco importa, si al final los cooperantes han vuelto a casa.


Un guardia civil, jefe de la misión de la UE en el Sahel
El coronel de la Guardia Civil Francisco Espinosa ha sido nombrado jefe de la misión denominada «Eucap Níger», aprobada por la Unión Europea para ayudar a la región africana del Sahel en la lucha contra el terrorismo. Según un comunicado de la Dirección General de la Guardia Civil, el objetivo de esta misión, en la que participan 60 expertos europeos, es asesorar y apoyar a los gobiernos de esta región africana, clave en la lucha contra el terrorismo yihadista. La misión durará dos años.