Mas agita a los catalanes para que presionen por el pacto fiscal

BARCELONA- Tras una semana sin actos públicos en la agenda, el presidente de la Generalitat improvisó ayer una comparecencia en la galería gótica del Palau para glosar la figura del historiador y político Josep Maria Ainaud de Lasarte, fallecido a los 87 años de edad. Aprovechó la convocatoria para subir más si cabe la temperatura y dejar claro que, aunque el Gobierno ya ha dejado claro que no negociará el pacto fiscal que quiere Mas, sigue en pie su empeño en intentar lograr una financiación para Cataluña inspirada en el concierto vasco.

El tiempo transcurre implacable en su contra y septiembre, tras el varapalo en el Parlament en julio al no lograr la unidad política, es un mes clave. Ha pedido por carta reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para plantearle el modelo def inanciación que quiere para Cataluña, pero su estrategia no pasa precisamente por rebajar el tono como le ha dicho la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, sino más bien por todo lo contrario. Pasa por agitar a la sociedad aprovechando no sólo la oportunidad que le brinda la Diada.

«La carne en el asador»
Mas quiere utilizar a la ciudadanía para presionar a Madrid en el que es el pilar fundamental sobre el que apoya la legislatura. «Nosotros, como gobierno, pondremos toda la carne en el asador», aseguró el presidente de la Generalitat, antes de pedir a la sociedad catalana un «clamor» a favor del pacto fiscal. «Habrá una petición clara por parte del gobierno catalán, en Madrid tienen que entender que no es una petición de un gobierno sino que es la petición de un país entero», sostuvo también.

El Govern organizará una campaña para involucrar a la sociedad catalana de manera que realice «pronunciamentos explícitos a favor del pacto fiscal». La intención de Mas es aprovechar el simbolismo de la Diada del 11 de septiembre, pero no quiere que las acciones se queden en este día, sino que se prolonguen con insistencia en el tiempo.

Mas tuvo que admitir que en la sociedad se ha instalado «cierto escepticismo» sobre la posibilidad de que Cataluña logre el pacto fiscal y lo vio «lógico». Por eso, «pondremos el acento» en que la ciudadanía pida una financiación que el Govern no plantea como una medida para obtener dinero de inmediato, «ya que es imposible, porque sólo hay deudas», sino que lo que se persigue es «salir del sistema de financiación común». En definitiva, abogó por «un trato bilateral, de tú a tú entre las instituciones catalanas y el Estado».

El Gobierno ha sido explícito al asegurar que no va a negociar la financiación de Cataluña en los términos en que ha marcado CiU en un momento en que la prioridad es sacar al país de la crisis. Ayer, el PP catalán lamentó que Mas haya optado por agitar a la población al tiempo que pide una reunión con Rajoy. El diputado Pere Calbó mostró su preocupación «por el tono y el lenguaje de confrontación» utilizado por el president, que vino como anillo al dedo a ERC y Solidaritat per la Independència para decir que el «clamor» del 11 de septiembre tiene que ser para pedir la independencia.

Calbó remarcó que el pacto fiscal «evidentemente, no es un clamor, solo está en el imaginario del presidente Mas», al que reprochó que sus mensajes «constantes» de «división, enfrentamiento e, incluso, de ultimátum con un posible adelanto electoral transmiten una imagen negativa de Cataluña» tanto en el resto de España como a escala europea.

El PP emplazó al Govern a trabajar por las verdaderas prioridades: reactivar la economía y generar ocupación. «Creemos que si estas dos prioridades se hubiesen tenido desde el principio, ahora estaríamos en una situación diferente», sentenció.

Los PAGOS EN AGOSTO NO ESTÁN GARANTIZADOS
«Yo espero, y subrayo esta palabra, que a finales de agosto podamos pagar un poco mejor que en julio. Esto no es una garantía total, pero espero que se pueda pagar un poco mejor, porque a finales de julio había vencimientos y en agosto esto no pasa con la misma intensidad». Fue la respuesta de Mas a la que tendrán que aferrarse los centros concertados de geriátricos, hospitales, escuelas y demás afectados por los impagos de la Generalitat. Sólo en el tercer sector peligra la nómina de 100.000 trabajadores que se reparten en unas 7.500 empresas, que en julio tuvieron que realizar grandes equilibrios para poder salir adelante y seguir atendiendo a sus usuarios. Las entidades han pedido a la Generalitat que no demore más los pagos porque muchos centros tendrán que cerrar, a la espera de que dé un paso la Fiscalía, donde la Asociación Catalana de Directores de Centros de Atención a la Dependencia denunció la situación.

El encuentro con Rajoy no tiene fecha
Artur Mas está a la espera de recibir una respuesta de Moncloa a su petición de una reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Mas envió una carta solicitando la entrevista después de que PP y el PSC no apoyaran en el último pleno de julio la propuesta de pacto fiscal. Ayer atribuyó no haber tenido una respuesta de Moncloa a que estamos en pleno receso vacacional y es necesario poder cuadrar las agendas de septiembre. Forma parte del plan del presidente de la Generalitat mantener la entrevista con Rajoy para plantearle el modelo de financiación que defiende para Cataluña y no por la revisión del actual, que fijan la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca) y el Estatut. La tensión reina a nivel político y los partidos ya trabajan con la hipótesis de que Mas apostará por un adelanto electoral y plantear los comicios autonómicos a modo de plebiscito si en los próximos meses no logra avanzar en su objetivo del pacto fiscal.