Feria de Bilbao

Hernández triunfa Caetano llora

- Las Ventas (Madrid). Decimoctava de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de Luis Terrón, correctos de presentación y manejables. El 1º, bueno; el 2º, reservón; el 4º, con bondad; el 5º, manso; y el 6º, bueno. Lleno.- Sergio Galán, rejón caído (silencio tras petición); rejón trasero (vuelta al ruedo tras petición).- Moura Caetano, medio rejón (ovación); dos pinchazos, rejón entero (ovación).- Leonardo Hernández, rejón trasero (oreja); rejón trasero (dos orejas).

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Calurosa y de abanico en mano se presentó la segunda de rejones en la Feria de San Isidro. Sin Hermoso de Mendoza ni Diego Ventura en el patio de cuadrillas, pero con el tercero en discordia haciendo su primera aparición en el serial. Y decimos bien tercero en discordia, porque cada vez la distancia de Leonardo Hernández con respecto a los dos figurones del rejoneo actual es menor. Prácticamente los mira ya de tú a tú. Ayer volvió a demostrarlo el centauro pacense con una nueva salida a hombros tras cortar tres orejas. Sin embargo el triste protagonista fue el caballo «Passapé» de Moura Caetano, herido de muerte por el manso quinto.

Hernández saludó con ajustados quiebros a lomos de «Espartaco», de sólo 3 años, al tercero. Muy ceñido en las suertes toda la tarde, pagó con una pequeña cornada a «Templario» tras clavar un garapuyo. No aflojó con «OH-31», una de las joyas de su cuadra, pero fue con «Xarope» clavando las cortas al violín cuando rompió todo. Escorzos en el aire a mano cambiada rozando la utopía para un jinete de corta estatura, pero un gran valor. La gente, en pie, así lo entendió y le recompensó con una oreja.

Puerta grande entreabierta para el sexto con el que salió a revientacalderas. Pese a saltar el callejón de salida, resultó el más encastado de los de Luis Terrón. Con «Verdi», su estrella, bordó los cambios de pista y con «Quieto» amagó en corto una y otra vez para clavar en quiebros ajustados. La apoteosis llegó con «Xarope» de nuevo en un par a dos manos. Mató de rejón entero y pie a tierra, tiró del cuerno para derribar al toro. Feo gesto que enturbia una labor soberbia.

Moura Caetano no comenzó con fortuna su paso por Madrid. Sin medida en los quiebros, su caballo «Garabito» recibió una cornada en los cuartos traseros a la salida del embroque. Sangre en abundancia y equino a caballerizas. No fue el único. El quinto, que no salió del abrigo de las tablas, hirió letalmente a «Passapé». Escalofriante cornada desde el tercio hasta empotrar contra toriles al equino. Lágrimas desconsoladas del portugués, que arriesgó innecesariamente la vida de su caballo con un morlaco imposible.

Abrió plaza el manchego Sergio Galán con un astado que tuvo movilidad y el de Tarancón supo sacarle partido. Enceló con «Ojeda» templando de costado y orquestó un «Fado» con las cortas. La oreja pareció clara, no para el palco, que se la birló. Injusta negación que, pese a todo, encuentra rápido amparo presidencial, cuando los mismos que le piden la oreja con fuerza, ni le tocan las palmas segundos después. Incomprensible desidia. Silencio tras petición. Inaudito.

La escasa fijeza del cuarto la contrarrrestó con «Vidrie», citando de costado, y «Apolo», al que exprimió una barbaridad provocando su arrancada a milímetros de los pitones. Mató de rejón trasero y de nuevo, volvieron los pañuelos, la dureza de mollera del presidente y el escándalo. Vuelta para un Sergio Galán tan cerca, tan lejos, de la puerta grande.


Última tarde de «Passapé»
Se presentó en Madrid como una de las estrellas de la cuadra de Moura Caetano. «Passapé», un caballo de raza lusitana, capa castaña, y que lucía el hierro de Pablo Caetano –padre del jinete portugués– se convirtió en el triste protagonista de la tarde de ayer y eclipsó, incluso, el triunfo de Leonardo Hernández. El equino tuvo que ser sacrificado anoche en el camión del rejoneador luso después de que fuese cogido por el quinto astado de la tarde y le provocase la fractura de fémur de la pata trasera derecha. Los veterinarios no pudieron hacer nada ante la gravedad de las heridas que presentaba el animal. Tuvieron que administrarle una inyección para que, de este modo, no se prolongara el sufrimiento de uno de «los mejores caballos de Portugal», como lo describió el propio Moura Caetano.


EL CARTEL DE HOY
Toros de Samuel Flores para Juan José Padilla, Antonio Ferrera y César Jiménez