Despidos

Otro problema para Oliart

Andrés Aberasturi y Sebastián Álvaro, dos de los afectados, creen que prohibirles colaborar en otros medios es «un abuso de poder».

Emiliano Pedraza, Aberasturi, Sebastián Álvaro y el abogado Fernando Pérez esperan una sentencia favorable
Emiliano Pedraza, Aberasturi, Sebastián Álvaro y el abogado Fernando Pérez esperan una sentencia favorablelarazon

Un apartado incluido en el Expediente de Regulación de Empleo, donde se indica que «los trabajadores acogidos a esta medida, mientras perciban el ERE, no podrán prestar servicios por cuenta propia o ajena para la Corporación, sus empresas afiliadas y empresas que estén en competencia directa con éstas», ha llevado a RTVE a retirar el pago de las indemnizaciones o a descontar días, según cada caso, a algunas personas que tienen colaboraciones en otros medios. Gente como Sebastián Álvaro, el alma mater de «Al filo de lo imposible», periodistas como Andrés Aberasturi y Quique Guasch, o productores como Emiliano de Pedraza han emprendido por ello acciones legales contra el ente, por estimar, entre otras cosas, que la medida adoptada por éste es «un atropello y un abuso de poder». Andrés Aberasturi va más allá y afirma que «es absurdo que hablen de que somos competencia, porque ya no hay publicidad que robar y las audiencias de los espacios que vamos son ridículas». Tampoco entiende que la casa argumente que quiten el puesto a otros profesionales más jóvenes, «porque nos llaman por nuestro nombre», o que se quieren enriquecer, ya que «no somos Belén Esteban y el precio que nos dan es simbólico, aunque yo lo haría hasta gratis porque lo que quiero es seguir vivo». Más irónico se mostró Sebastián Álvaro, que confesó sentirse «culpable de haber estado 41 años en TVE, con salarios escasos, y por haber hecho una de las mejores marcas de la casa». Además, dijo estar «triste y confuso porque no entendí por qué se nos echaba ni ahora por qué no se nos paga». En este sentido, el abogado y catedrático de Derecho Laboral Fernando Pérez Espinosa aclaró que este tema no afecta a los 4.250 trabajadores acogidos al ERE, «sólo a los que no recibieron la indemnización en un sólo pago, que son mayoría», y que como los burofax de castigo los están enviando escalonadamente hay muchas personas que van a esperar a ver qué pasa con esta demanda para poner ellos la suya.