Aborto

Ginecólogos de las clínicas de Morín se desvinculan de los abortos ilegales

Dos ginecólogos de las clínicas del doctor Carlos Morín se han desvinculado hoy de los abortos ilegales que se les imputan, algunos de los cuales llevan su firma, y han asegurado que todas las interrupciones del embarazo que practicaron se ajustaban a los supuestos permitidos por la ley.

Los dos ginecólogos, Ramon T. y Antonio R., han declarado hoy en el macrojuicio que se celebra en la sección sexta de la Audiencia de Barcelona por el centenar de abortos supuestamente ilegales que desde el año 2007 se practicaron en las clínicas que el doctor Morín tiene en Barcelona.

Ambos procesados han coincidido en defender la legalidad de todos los abortos que practicaron en los centros de Morín y han negado que intervinieran en la mayoría de interrupciones del embarazo que se les atribuyen, pese a que muchos de esos expedientes incluyen un sello con su nombre y su firma.

Ramon T., que afronta una petición fiscal de más de 200 años de cárcel por practicar cerca de setenta abortos ilegales, ha alegado que se limitaba a realizar interrupciones del embarazo a mujeres que le habían sido remitidas desde otras áreas de la clínica y cuyos historiales médicos se ajustaban a los supuestos permitidos por la legislación.

Tanto Ramon T. como Antonio R. han insistido en que, una vez las pacientes llegaban al quirófano con los correspondientes historiales médicos, practicaban la intervención abortiva sin efectuar comprobaciones sobre si las mujeres presentaban un embarazo que la ley permitía interrumpir.

De hecho, han precisado que, de acuerdo con normativa de la propia Generalitat, el ginecólogo que realiza una intervención para la interrupción del embarazo tiene prohibido participar en la fase de evaluación de la paciente y de su estado de gestación, para valorar si su aborto cumple los requisitos legales.

Según ha añadido Antonio R., era el servicio de Asistencia Social de la clínica el encargado de evaluar a las paciente y decidir si su caso entraba en uno de los supuestos legales previstos antes de la aprobación de la Ley del Aborto de 2011: riesgo físico o psíquico para la gestante, violación o malformaciones del feto.

Los imputados, que se han negado a responder a las acusaciones ejercidas por E-Cristians, la asociación Tomás Moro y Alternativa Española, han negado rotundamente que fueran contratados por el doctor Morín para practicar abortos ilegales en sus clínicas y han defendido su profesionalidad, tras décadas de ejercicio como médicos abortistas.

El juicio, que se prolongará más de dos meses, proseguirá mañana con la declaración del resto de imputados, entre los que figuran anestesistas, enfermeras y otros colaboradores del doctor Morín en las clínicas abortistas.

El próximo mes de octubre están citadas a declarar el centenar de mujeres que acudieron a abortar a las clínicas de Morín, quienes tendrán derecho a no responder a las preguntas que puedan incriminarlas ya que todavía podrían resultar imputadas, dado que la juez instructora decretó el archivo provisional, no libre y definitivo, de la causa abierta contra ellas.