Sevilla

La última conspiración de Teddy

Bautista,que ahora viaja en metro, visitó la casa de José Luis Moreno, según descubre esta noche Antena 3. Desde allí realizó llamadas para pedir el voto por García Pelayo

La última conspiración de Teddy
La última conspiración de Teddylarazon

Los tres coches de lujo que utilizaba el ex presidente ejecutivo de la SGAE están parados en el garaje de la entidad a la espera de saber si su sucesor quiere utilizarlos o prefiere deshacerse de ellos. Teddy Bautista, sin embargo, no ha renunciado a su chófer. Eso sí, de vez en cuando, se parapeta tras las gafas de sol y el sombrero para tomar el metro ligero cerca de su domicilio, según podrá verse esta noche a partir de las 00:10 horas en el espacio «Equipo de investigación», de Antena 3. Los reporteros también le siguieron el pasado Martes Santo hasta el domicilio de José Luis Moreno. Este diario ha recibido denuncias de varios autores sobre las llamadas que realizó Bautista desde el domicilio del productor y ventrílocuo para pedir el voto por la candidatura en la que éste está integrado, «Centrados», encabezada por Iván García Pelayo.

La cara de Rafael Ramos
Otro hombre de esa misma lista, Manuel de la Calva, le acompañó la última vez que fue a declarar a los juzgados junto a Caco Senante, con quien se reunió el lunes 16 en Sevilla junto a los miembros andaluces que se han sumado a esta misma lista, según desveló LA RAZÓN hace algunos días.

Sin embargo, otros «teddystas» acérrimos parecen ya no serlo tanto. Ése es el caso del dúo Los del Río, que confiesan en el reportaje que pensaron mudarse a la sociedad de gestión de los autores franceses porque no estaban de acuerdo con las políticas de la casa española.
Una de las prácticas más criticadas de la gestión del anterior equipo es la voracidad recaudatoria. Sólo en bodas, las arcas de la entidad ingresaron 8 millones, a razón de 175 euros por baile, excepto si el número de invitados supera los 75, cuando el precio se eleva de 0,50 a 0,55 euros por cabeza.

No sólo Bautista, otros invitados en la «operación Saga» tratan de fingir vida normal antes del juicio, como Rafael Ramos Díaz, socio de Neri, el cabecilla de la trama. Conoceremos además los hoteles de lujo en los que se albergó, como el Bauer de Venecia, al que se accede sólo a través de góndolas y cuya factura por noche asciende, al menos, a 420 euros. Tampoco se privaban el imputado y su mujer, según el sumario, de todo tipo de servicios vips en el gimnasio Reebok de Madrid en el que gastaron 43.000 euros durante cinco años.

Letizia Rodríguez, hija de Neri, se negó a responder a las preguntas ante la cámara, pero sí lograron que se abrieran las puertas de los apartamentos turísticos que regentaba junto a su tía, hermana del imputado. Según el juez, los inmuebles fueron comprados por la compañera sentimental de su padre por el precio de 80.000 euros y se vendieron a su tía por 600.000. Una ganancia que da para amueblar el domicilio familiar de los Neri con réplicas del mobiliario del Palacio Althorp, donde está enterrada Lady Di.

Ramoncín se ha prestado a colaborar en el reportaje y podrá verse al cantante más que nervioso cuando le formulan la pregunta de si teme verse imputado en la trama. Se aborda además el tema más espinoso aún bajo secreto de sumario: las operaciones económicas de Arteria. Sin embargo, una auditoría reciente de Ernst and Young ha dado cuenta a la actual junta directiva de la entidad del sueño truncado de Teddy Bautista.

«Amiguismos»
La inversión total fue de 250 millones, 150 a través de préstamos bacarios (de lo que queda por pagar algo más de 130) y otros cien con recursos propios de la entidad. Además de estas impresionantes cifras, la auditoría subraya que había un «gran personalismo» en la toma de decisiones, «amiguismos» y ausencia total de «mecanismos de control» en las compras de dotación y en la adjudicación de las obras, así como la ausencia de planes de explotación para las obras. Como forma de proceder de Bautista vale el ejemplo de la compra de los teatros Coliseum y Lope de Vega en la Gran Vía de Madrid: se plantea a un patronato de la Fundación de Autor sin que estuviera incluido en el orden del día, en diciembre de 2009, como un proyecto de una «dimensión cósmica». Y se compran apenas veinte días después. El derroche llega a tal punto que se gastaron 8,73 millones en proyectos arquitectónicos de operaciones que acabaron por no realizarse, como por ejemplo el Palacio de Boadilla del Monte (2,7 millones), la Torre de Valencia (2,5 millones)...

Otra auditoría daba cuenta de las inversiones en la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), que propició una desviación de fondos de cerca de 30 millones a la trama ideada por Neri y consentida por Bautista, según el juez. La primera gran cifra, desconocida hasta la fecha, es que la SGAE invirtió un total de 71 millones de euros en SDAE entre 1999 y 2011. Ahora, Ernst & Young asegura que otros 25 fueron a parar al proyecto Teseo, la joya de la corona y el motivo principal por el que fue creada la sociedad, un programa informático que estaba destinado a mejorar la identificación y el reparto de los derechos de autor, además de sacarle rentabilidad gracias a la venta del «software» a otras entidades de gestión.

10 millones a Portal Latino
Una parte del proyecto se ha implementado y, según dicen desde la entidad, ha obtenido ciertos resultados, pero el proyecto global se encuentra todavía a un 50% de ejecución cuando debía haberse entregado entre 2008 y 2009. Los auditores han encontrado pagos a dos de las empresas implicadas en la trama societaria fuera del montante total: 10 millones a Portal Latino, destinado a la promoción del repertorio español en la red, y otros cinco a Microgénesis, la empresa matriz de la trama.

 

Neri: «Todo el mundo sabía que SDAE estaba invalidada»
Un Neri mucho más delgado y bastante desmejorado se presta a responder a los periodistas de Antena 3, después de conocer que el juez había desestimado su demanda por despido improcedente de SGAE. Preguntado por la sentecia que invalidaba la creación de SDAE, la sociedad de la que era máximo responsable y desde la que supuestamente desvió cerca de 30 millones de euros, responde sin rubor: «Desde el año 2000 hay una demanda por parte de los editores contra la sociedad para anular su creación. Todo el mundo lo sabía desde 2007».