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ETA no decidirá sobre el cese definitivo de la violencia hasta enero

ETA no decidirá sobre el cese definitivo de la violencia hasta enero
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MADRID-El «cese armado definitivo» no ha sido decidido aún por ETA y no lo adoptará, si es que lo hace, antes de enero de 2013. El «anuncio», que hizo en octubre de 2011, fue estratégico, por intereses electorales. Los últimos documentos de la banda así lo demuestran.
Los pistoleros, en función de lo que ocurra en lo que queda de año, optarán por mantener la inactividad terrorista o la vuelta a los atentados. Para dar cobertura a lo que constituye una nueva trampa, en marzo pasado puso en marcha un debate interno.

De esta manera, mantiene el chantaje para que los gobiernos de España y Francia negocien sobre los presos y la salida de las Fuerzas de Seguridad del País Vasco y Navarra; y se den los primeros para la creación de un «estado socialista», que incluya a ambas comunidades autónomas.

El guión que la «dirección» de ETA ha remitido a los militantes que se encuentran en la clandestinidad o residen en paises de América, con el fin de que realicen sus «aportaciones», está repleto de ideas que la realidad de los últimos meses ha puesto en cuestión, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Resultado previsible
Los cabecillas, que han dado de plazo hasta enero de 2013 para recibir las contestaciones, plantean un falso debate, de incierto resultado, que les sirva para tomar las decisiones que les interesen si, como está ocurriendo, el «proceso», pactado con nacionalistas y socialistas durante la anterior legislatura, no avanza. Si, como se parece lógico, ocurre así (porque lo piden, no se les puede dar), el resultado del debate es previsible.

El citado guión, elaborado en marzo de este año, está repleto de los tópicos que la llamada «izquierda abertzale» (Batasuna) puso en circulación cuando, por el pacto con nacionalistas y socialistas, controlaba casi todo el entramado. La realidad, a día de hoy, es muy diferente, ya que el peso de ETA en las decisiones ha subido muchos enteros, ante la falta de avances que experimenta dicho «proceso». Sin embargo, la banda ha optado por mantener la «doctrina oficial», para que, entro del entramado, no se les acude de forzar la ruptura de la tregua.

En el texto, a los militantes (a los que se les da a entender que obtendrán la impunidad para volver a sus casas tras una negociación con los Gobiernos de España y Francia), se les «dora la píldora» con un elogio al gran papel que ha jugado la «lucha armada» (857 asesinatos, cientos de heridos y una cifra incalculable en pérdidas económicas), que es la que ha permitido llegar a la actual situación que, sin duda, llevará al «estado vasco independiente y socialista», con la anexión de Navarra.

Sin embargo, se dice en el guión, esas actividades criminales no son necesarias ahora, porque se han logrado las condiciones idóneas para alcanzar los mismos objetivos por las vías políticas. Si se analizan los últimos comunicados de ETA y los que, casi a diario, hace pública Batasuna, bajo el disfraz de la «izquierda abertzale», se observa que ya no están tan convencidos de ello.

Lucha de masas
A continuación, se extienden en una retahíla de argumentos sobre un proceso de liberación nacional en marcha e imparable, para el que no hace falta la estrategia político-militar, sino solo la acumulación de fuerzas y movilizaciones a través de una lucha de masas nunca vista hasta ahora. A esto se une, la presión internacional que el abogado Brian Currin y sus adheridos realizan y que, como es sabido, se ha saldado con un fracaso absoluto.

Los expertos subrayan que se remita un guión, con un contenido tan irreal, en el que además se garantizan la excarcelación de los presos, la impunidad para los que están en la clandestinidad y la expulsión de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos del País Vasco y Navarra. Y que se ofrezca el desarme de la banda a cambio, cuando los militantes trabajan en la actualidad en el mantenimiento, y, en ocasiones, refuerzo, de las estructuras «militares-logísticas».

ETA, que ya ha dejado claro que no se va a disolver, vuelve a actuar con la amenaza de volver a las actividades terroristas. Si el «proceso» sigue sin avanzar, el resultado de la «consulta» es más que previsible. La banda no está dispuesta a perder la oportunidad que le brindaron nacionalistas-socialistas durante la anterior legislatura, y que la victoria, por mayoría absoluta, del Partido Popular en las elecciones generales, ha dado por finiquitado. Por ello, tratará de forzar al Gobierno a que ceda a sus exigencias.