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Rato deja Bankia

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MADRID- La solución de la segunda fase de la reforma laboral se ha cobrado la cabeza de Rodrigo Rato. El presidente de Bankia presentó ayer su dimisión tras conocer que el Gobierno estaba dispuesto a dar dinero público para sanear el sistema financiero si fuera necesario y a aprobar la creación de un «banco malo» mediante la fórmula de sociedades de liquidación de activos inmobiliarios, una solución que había venido reclamando desde hace meses. El hasta ayer máximo responsable de la entidad resultante de la fusión de siete cajas de ahorros ha preferido dejar el cargo antes de que el Gobierno pudiera verse salpicado por un trato de favor a una persona que dirigió la política económica en los gobiernos de José María Aznar entre 1996 y 2004.

Bankia ha convocado un consejo de administración para el próximo viernes, en el que se hará oficial la dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, y el nombramiento de José Ignacio Goirigolzarri como su sustituto. El nombramiento de Goirigolzarri, que fue consejero delegado del BBVA desde 2001 hasta 2009, ha sido propuesto por Rato, que justificó su decisión por considerarlo «lo más conveniente para esta entidad», en un momento en que hay dudas sobre su viabilidad y el Gobierno estudia un nuevo plan de saneamiento, que incluirá probablemente una inyección de ayudas públicas. En el consejo de administración de la entidad que previsiblemente se celebra este próximo viernes, Rato propondrá a Goirigolzarri como consejero de BFA y Bankia, para posteriormente ser nombrado presidente ejecutivo de las entidades, algo que tiene que ser aprobado por el consejo. Según ha explicado Rato en un comunicado difundido ayer, Goirigolzarri es «la persona más adecuada para liderar este proyecto en estos momentos».

Tiempo perdido
A lo largo de las últimas semanas, Bankia, el Banco de España y el Ministerio de Economía han trabajado en los detalles del plan de saneamiento que la entidad presentó a finales del mes de marzo. El resultado final no ha convencido a Economía. Su titular ha reclamado medidas adicionales en un plazo de tiempo que hace imposible su puesta en marcha, según han confirmado a este diario fuentes de la entidad bancaria. El desencuentro entre la entidad financiera y el Ministerio de Economía se ha traducido en una nueva caída del precio de las acciones, que ayer cerraron a 2,375 euros, un 36,6% por debajo del precio de salida a Bolsa, hace casi diez meses.

El anuncio de Mariano Rajoy ha servido, eso sí, para despejar algunas dudas sobre el sector financiero, muy castigado durante todo este año en los mercados. BBVA y Santander encabezaron las subidas del sector en la Bolsa. Las acciones de la entidad que preside Francisco González y de la que procede el futuro presidente de Bankia subieron un 5,37%, mientras los títulos del Santander los hacían en 4,70%.

La solución adoptada por el Gobierno se acerca algo más a las tesis del Fondo Monetario Internacional que reclamaban algún tipo de ayuda pública al sector, que en estos momentos se está articulando.