Literatura

Nueva York

E L James: «Las feministas tienen derecho al placer»

«Cincuenta sombras de grey»E. L. JamesGrijalbo544 páginas, 17,90 euros.

E L James: «Las feministas tienen derecho al placer»
E L James: «Las feministas tienen derecho al placer»larazon

Erika ocultó el nombre de pila en la firma del libro por rubor, temía que las madres de sus hijos en el colegio se escandalizaran porque ella escribiera escenas subidas de tono. Además de elevar hábilmente la temperatura corporal de sus millones de lectoras, sabe esquivar con destreza los cuchillos. La esperaba en Madrid una sala repleta de periodistas, la mayoría mujeres, que aguardaban con las uñas afiladas, primero por el éxito (más de diez millones de libros vendidos y la primera en la lista de ventas en su semana de debut en las librerías españolas), que siempre molesta cuando es ajeno, y luego porque su propuesta literaria, juzgada por muchas como anti feminista, es que una adolescente acabe por aceptar la sumisión en una relación sadomasoquista con el príncipe azul que, a priori, todas desearían llevarse al juzgado (de paz). «Las feministas también tienen derecho al placer», suelta ante el primer embite desde el público, justo después de reconocer que ha escrito el libro por y para las mujeres: «Se me suben los colores cuando un hombre me dice que lo ha leído». Después de unas cuantas preguntas más o menos cómodas, el sector duro ataca de nuevo: «Todas somos feministas en algún sentido, como que nos preocupa la igualdad salarial, pero eso no impide tener relaciones románticas. Yo la tengo con mi marido y eso no impide que repartamos las tareas de la casa: yo hago la colada y él todo lo demás».

Qué comer y cómo vestir
Hay un tercer intento de desarmarla, ahora más subido de tono: «¿No cree que, después de tantos años de lucha feminista, se puede considerar ofensivo que una mujer permita que un hombre le diga hasta lo que tiene que comer, cómo debe vestir...? [y omite que siga a pies juntillas todos sus deseos en la cama]. ¿Su trama está fuera de este tiempo?». Sin perder la sonrisa ni la compostura devuelve el golpe: «He nacido en Reino Unido y quizá no comparta su sensibilidad, pero no considero que la trilogía esté fuera de este tiempo, porque, de hecho, en el segundo libro, queda claro que Ana es mucho más fuerte que Christian».

Otras preguntas permiten a la escritora dejar ver que, en realidad, cree que su éxito se debe a que ha hecho saltar el tabú del sadomasoquismo en femenino plural: «Creo que he despertado algo. A todos nos gusta tener esa fantasía. Sobre todo cuando vemos las facturas que tenemos que pagar o la lista de tareas domésticas pendientes, pensamos que sería maravilloso que una persona llevara nuestras cosas y decidiera por nosotros, al menos sobre el papel». Es una fantasía que ocultar, pues en el metro de Nueva York se ha dado el fenómeno de que las mujeres ocultaban el volumen forrándolo o pasándose al soporte electrónico.

La escritora abandona la sala tras el combate dialéctico y hay quien apunta que lo que más le ha sorprendido es que no se ruborizara al admitir que su vocación literaria comenzara tras leer «Crepúsculo».

 

El detalle
AL CINE CON ANGELINA

Corren las apuestas sobre quién va a protagonizar la adaptación cinematográfica de la saga, que, por supuesto, ya tiene sus derechos vendidos a Hollywood. La autora advierte de que, por contrato, tiene prohibido hablar de sus preferencias. Así que nos quedamos sin saber su opinión sobre el ofrecimiento a Angelina Jolie como realizadora del filme tras su reciente debut como directora.