Cataluña

Un Liber reivindicativo

Los editores piden una nueva regulación ante los retos del libro digital

Las casetas de editoriales y empresas alrededor del libro protagonizan la Feria Liber
Las casetas de editoriales y empresas alrededor del libro protagonizan la Feria Liberlarazon

BARCELONA- El sector del libro está en proceso de transformación. El papel ya no es el único soporte de lectura y empieza a verse un horizonte cercano en el que ni siquiera será el prioritario. El libro electrónico, con los nuevos dispositivos tecnológicos, empieza a ganar mercado, con lentitud, pero sin pausa. Las nuevas generaciones de lectores, por ejemplo, están abocados a estos formatos. Por ello, el sector tiene que adaptarse con rapidez a los nuevos hábitos de consumo. Sin embargo, el marco regulador actual no ayuda lo más mínimo a los editores. El sector necesita un nueva ley de propiedad intelectual que tenga en cuenta estos cambios y una rectificación al 21 por ciento de IVA que en la actualidad tiene el libro electrónico, como si no fuese tan válido como el libro de papel.

Con esta reivindicación se inauguró ayer la 30 Feria Internacional del Libro Liber, este año centrada en los retos de la digitalización. «Es la lectura la que está en juego. Se necesitan industrias culturales fuertes. Si la mediación del editor desaparece, el mundo cultural peligra», señaló ayer Javier Cortés, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.
Los editores pidieron a los poderes políticos mayor sensibilidad en una nueva legislación que debe, entre otras cosas, mostrarse más comprometida con las licencias por copia privada y apostar de forma más decidida con el funcionamiento de la Comisión de Propiedad Intelectual en control de la piratería. «Aquí no hay buenos ni malos, sino una oportunidad de trabajar en común», señaló José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura.

Hasta el próximo 5 de octubre, 450 editoriales y empresas de quince países presentarán sus novedades. Editores, distribuidores, agentes literarios, empresas de artes gráficas, del mundo digital, todos ofrecerán sus productos junto a la presencia de 350 compradores internacionales procedentes de 54 países. Porque la exportación es una de las claves del futuro de la edición, tanto a hispanoamérica como a mercados como Europa o los 70 millones de hispanos de Estados Unidos. En 2001, las exportaciones alcanzaron los 482,44 millones de euros, un 5,4 por ciento más que en el ejercicio anterior. «Ustedes reinventarán la función del papel y los sistemas electrónicos. Además, capturarán nuevo público joven y lo harán con éxito», aseguró Ferran Mascarell, conseller de Cultura, quien aseguró que Cataluña siempre seguirá editando en castellano.