Conciertos

Muerte y eternidad

Orquesta Nacional de EspañaBerg: Concierto para violín, Mahler: La canción de la tierra. Orquesta Nacional de España. Director: Josep Pons. Auditorio Nacional de Madrid.

La Razón
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El programa que la Nacional proponía era de una densidad inhabitual con Alban Berg, con «A la memoria de un ángel», y Gustav Mahler, con su «Canción de la tierra». Para la primera se contaba con el violinista Frank Peter Zimmermann. No es sólo que este artista dé todas las notas con entonación y afinación inatacables, es que ama esta música y su pasión se traduce en sonidos. Tuvo colaboradores tan entregados como él en la Orquesta Nacional y su Director Honorario, Josep Pons, y la tensión emocional del final fue un portento de lirismo. Zimermann tocó fuera de programa una obra propia, de virtuosismo impresionante, unas variaciones sobre el célebre tema, convertido en himno nacional de Austria y Alemania, del Adagio del «Cuarteto Emperador» Op. 76/3 de Haydn. Después, antepenúltimo concierto de los «Aniversarios Mahler»: «Das Lied von der Erde», obra que reclama dos formidables solistas, una orquesta de primera y un gran director. Todo se dio. La sueca Anna Larsson hizo gala de su musicalidad, su cuidada dicción y su capacidad emotiva. Al tenor se le pide valentía, fuerza y ese tono heroico del cantante wagneriano: Johan Botha cumple con todas estas exigencias. Pons y la Nacional cuajaron otra gran actuación. En conjunto, una gran velada de música de hondísimo calado. Como curiosidad: los tres solistas, violinista y los dos cantantes, tenían la misma edad, 45 años.