17 mercados sanitarios por Sergio ALONSO

De todas las reformas que aún precisa el sistema sanitario para garantizar su supervivencia a corto, medio y largo plazo, hay una especialmente relevante de la que poco o nada se sabe hasta ahora. Se trata de la unidad de mercado. Sin esta unidad, la Sanidad española seguirá atomizada en 17 islas autónomas, regidas por sus propias leyes, costumbres, criterios varios y caprichos autóctonos de los dirigentes locales. Esto es un dislate para los pacientes, una burla para la imprescindible cohesión, y una bomba de relojería para la competitividad de las empresas que operan en el sector, obligadas a adaptar su estructura a la incomprensible maraña burocrática en la que quedan envueltas, incurriendo en más gastos. De todas las áreas sanitarias afectadas por esta tupida red de normas, decretos, reglamentos y prácticas dispares, hay una que está especialmente dañada: la farmacéutica. Lo acabamos de ver con el paquete de iniciativas que se han puesto ya en marcha o van a hacerlo en breve, a resultas de los cambios introducidos por el Ministerio en materia de medicamentos. La tasa por receta existe por ejemplo en Cataluña, pero en el resto de los territorios no. ¿Alguien puede explicar el motivo y si esto es razonable? Con el cacareado copago ocurre otro tanto. ¿Por qué se incrementará en toda España salvo en algunos feudos que han decidido aplicar la medida a su libre albedrío? ¿Permitirán las autoridades que haya jubilados de primera y de segunda en el Sistema Nacional de Salud? Las autoridades sanitarias de todo el país han de sentarse y reflexionar sobre la pérdida de oportunidades y los inconvenientes para los pacientes que crea tal situación. Dada la magnitud de la crisis, las empresas han de verse libres de obstáculos. Urgen, pues, soluciones inmediatas.