Murcia

Crimen vecinal: asesinado por una televisión

Un vecino de Móstoles mata a otro de un navajazo tras una discusión por el robo de un descodificador y un televisor . Ambos acumulaban 26 antecedentes por hurto, robo con violencia y resistencia a la autoridad

Crimen vecinal: asesinado por una televisión
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MADRID- Dos cacos, un botín de por medio y una traición. Vamos, lo típico. Este tipo de historias, propias de la novela policiaca y del cine, han sido adornadas por elementos tan atractivos como el glamour, mujeres despanpanantes e, incluso, valores morales. Seguramente pueda venirnos a la mente el «remake» del filme «The Italian Job», donde un grupo de ladrones –eso sí, de guante blanco– se hace con una suma de lingotes de oro que han de repartir. Sin embargo, uno de ellos se pasa el código del buen ladrón por donde todos sabemos y asesina al líder de la banda para quedarse con todo. Pero no nos engañemos, eso no es Hollywood y el suceso que aquí se trata es más propio de la España de hoy en día. Cambiemos el botín de los lingotes de oro por una televisión y un descodificador y empezaremos a entender las dimensiones del trágico suceso.

Poco antes de la medianoche del jueves, Alfredo Expósito Martín, de 43 años, presuntamente mataba de una puñalada en el abdomen a su vecino Escolástico Serrano Serrano, de 47 años. Los hechos ocurrieron después de que Serrano se acercase a la casa de Expósito, en el 1ºA del número 2 de la calle García Lorca (Móstoles), para reclamarle un televisor y un descodificador. Según fuentes policiales, el agresor –posible compinche de la víctima en otras ocasiones– «podría haberle robado el televisor y el descodificador a Escolástico S. S.». Las investigaciones apuntan a que, tras una trifulca, Expósito presuntamente sacó una navaja y se la clavó en la zona abdominal a su vecino del 1º A, provocándole la muerte.

Desde la Jefatura Superior de Policía se explicó que «se recibió una llamada a las 23:30 horas alertando de una riña en un bloque de pisos. Cuando la Policía Nacional llegó al lugar de los hechos, se encontró con la víctima tendida en el rellano». Gracias a un testigo que pudo ver la agresión, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no tuvieron más que dirigirse a la casa de Expósito, detenerle y conducirle a la Comisaría de Móstoles, donde le tomaron declaración ayer.

Por su parte, fue la propia Policía Nacional quien avisó al Summa 112. «Nos enteramos del suceso a las 00:15 horas. Cuando llegó la UVI Móvil, se encontró con un varón de 47 años con una única herida de arma blanca en el abdomen y se le trasladó al Hospital de Móstoles». En principio, el navajazo «no parecía profundo y la víctima estaba consciente, pero por el camino fue empeorando la situación y, finalmente, falleció en el hospital a las dos de la madrugada debido a la pérdida de sangre provocada por una hemorragia interna», añadió un portavoz del Summa 112.

Tanto el presunto asesino como la víctima tenían antecedentes y, como señaló la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la investigación se está llevando a cabo bajo la hipótesis de que ambos «podrían haber delinquido juntos» en varias ocasiones y de que podían tener una deuda pendiente derivada de actividades ilegales conjuntas. Fuentes policiales apuntaron que «se conocían, eran amigos. Sabía quién le había robado porque había estado en su casa».

Aunque todavía no se sabe exactamente qué pasó por la cabeza de Expósito, como viene siendo costumbre en los sucesos vecinales muchos vecinos aseguraron ayer que «era un hombre de lo más normal. De aquí de toda la vida». Es curioso que, como en otros casos de agresores, maltratadores y asesinos, del vecino de Móstoles que según las investigaciones mató a su vecino afirmaban que era «gente tranquila y de lo más corriente», aunque algunos apuntaron a que tenía varias deudas contraídas.

Después de presuntamente matar a su vecino por el televisor, a Expósito lo primero que se le ocurrió fue esconderse en su casa, a escasos metros de la víctima, y tirar el arma por la ventana, facilitando la labor a la Policía para que encontrara la prueba del delito sin ninguna dificultad y le detuviera la misma noche.

 

Conflictos vecinales, a la orden del día
Madrid- No es ni el primer ni el último suceso que tiene su origen en las malas relaciones entre vecinos. Es más, aunque este acontecimiento responda a circunstancias que pueden escapar a la tónica general de los conflictos vecinales, es interesante señalar que, según un informe del pasado mes de marzo del Grupo CPP –dedicado a la protección legal–, el 72 % de los madrileños ha mantenido una disputa con un vecino en alguna ocasión. Estas cifras sólo son superadas por la Región de Murcia. Los principales motivos de tales conflictos son el ruido, los volúmenes elevados de música y los impagos a la comunidad de vecinos, algo que en tiempos de crisis como la actual es un problema creciente. Además, es curioso resaltar que, por edades, los madrileños que sostienen haber mantenido más disputas con los vecinos –un 81%– son los que se encuentran entre los 46 y 55 años. Por último, los bajos y los pisos registran los datos más elevados –87 y 74%– en este tipo de conflictos.

 

¿VECINOS, AMIGOS Y COLEGAS DE DELITO?
Según la Jefatura Superior de Policía, «los dos tenían el mismo tipo de antecedentes: hurto, robo con violencia y atentado contra la autoridad». En el caso del primero, registraba un total de 20 antecedentes. La víctima registraba 6. Es posible que hubieran trabajado juntos en actividades ilegales y que tuvieran alguna deuda pendiente, lo que pudo provocar que Expósito robara a Serrano el televisor de la discordia. Es sabido que «eran amigos y vecinos».