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Eduard Punset da el salto al teatro con una revisión de su «Viaje al optimismo»

Eduard Punset da el salto al teatro con una revisión de su «Viaje al optimismo»
Eduard Punset da el salto al teatro con una revisión de su «Viaje al optimismo»larazon

BARCELONA- Eduard Punset lleva años como emblema de la divulgación científica, ya sea desde la televisión o los libros. No le ha ido nada mal, pero ahora ha querido ir un poco más allá y por primera vez se atreve a dar el salto al teatro. No hará de actor ni recitará un monólogo, pero sus textos y su espíritu sí estarán en escena. «Lo más bonito en los últimos años ha sido la irrupción de la ciencia en la cultura popular. Yo pertenezco a una generación que se ha dedicado a trabajar y a viajar y hemos estado demasiado ocupados para ir al teatro. En realidad, en cine he visto "Blade Runner"y poco más. Es bueno que esto haya cambiado», afirmó ayer Punset.
Ferran Audí dirige «Viatges», una adaptación de José Sanchis Sinisterra de las historias y anécdotas que encierra «Viaje al optimismo» (Destino), de Punset. El Mercat de les Flors, dentro del Festival Grec, acoge del 15 al 18 de julio un montaje bautizado como «ópera cuántica» que a través de la ciencia ficción intenta destrozar todas las ideas preconcebidas que podamos tener sobre el hombre. «La física cuántica ha conseguido que se acabe con todos los dogmas y que ya no se pueda hablar de una verdad absoluta y que haya que explorar todas las alternativas», aseguró Punset.
La historia tiene una premisa simple. Una serie de personajes se encuentran con una máquina que les permite viajar, a través de un agujero de gusano, a otros universos paralelos. Allí se toparán con sus «yos» alternativos y empezará un juego paradójico que demostrará que la vida es un juego y todos perdemos. «La ciencia ha constatado que hay vida antes de la muerte, que no es importante lo que pase después, sino lo que pasa ahora y que hay que explorar todos los universos en los que somos posibles», aseguró.

Taxistas y viajeros
Entre los personajes hay hasta taxistas que han ganado la lotería, pero son totalmente infelices; jóvenes que han renunciado a sus verdaderas aspiraciones por un trabajo que no les llena; o viajeros, sin hogar fijo, que no pueden quedarse quietos. Todos ellos están sacados de las páginas de «Viaje al optimismo». «La obra no quiere hablar de física cuántica, sino de personajes, historias reales que, desde un punto de vista científico, son tan representativas de la realidad que vivimos como cualquier cosa», aseguró Punset.