Ciudades congeladas por José Antonio VERA

No me gusta nada el frío, por eso huyo siempre que puedo de las ciudades o pueblos en los que hace demasiado. Pese a todo, reconozco que me gustaría visitar algunos de esos enclaves con fama de estar congelados. La temperatura más baja en el hemisferio norte ha sido de -69,8 °C en la ciudad de Verkhoyansk, Siberia, el 7 de febrero de 1892. Se encuentra al norte del Ártico muy cerca del Polo Norte. Aunque con mucho, la temperatura más fría jamás medida en la Tierra fue de -89º C en Vostok, en el Antártico, el 21 de Julio de 1983. Hay muchas ciudades frías, ciertamente. La también rusa Oymyakon tiene un promedio más helado en invierno, con -51,1ºC, y una media anual de -10 grados. Alguna vez llegaron a -71,2ºC.

Winnipeg es la capital y la ciudad más poblada de la provincia de Manitoba (Canadá). Cuenta con una población total de 633.451 habitantes y su temperatura media es de -20°C en enero. Es una de las grandes ciudades más frías del mundo. Otra es Astaná, donde se dan temperaturas de entre -35 a -40 °C por lo común. Su temperatura anual media es de 1 °C. Enero es el mes más frío con una temperatura media de -16°C. Similar temperatura suele darse en Ulam Bator, la capital de Mongolia, con -10 grados en invierno. Los que han tenido ocasión de visitar algunas ciudades en estas épocas de hielo cuentan como, a más de 50 grados bajo cero, el aliento se hiela y al escupir la saliva llega al suelo en estado sólido; la leche se vende en bloques de hielo; la gasolina se solidifica y no se puede dejar nunca en los depósitos de combustible de los vehículos si estos no están en marcha y, lo que es peor, no hay prenda de vestir que permita amortiguar el frío. Solo queda recluirse en casa con la calefacción y la televisión. En España tampoco andamos mal de frío cuando éste aprieta. Parece que la temperatura más baja registrada en una localidad o ciudad española se registró en Calamocha (Teruel) con -30ºC. Pero Molina de Aragón tiene bien ganada fama de ser la ciudad más fría del país. Es conocida por su aire siberiano de hasta -22ºC bajo cero. No he tenido ocasión de visitar ambos lugares, pero si he pasado muchísimo frío en Vitoria y en Palencia, pienso que de las capitales más frías del país junto con Teruel. Particularmente donde más frío tuve que aguantar fue en Taizé (Francia), más que porque haga mucho frío, por el hecho de que fui allí de adolescente y teníamos que dormir en tiendas de campaña nevadas, sin calefacción en el interior y con ropa de abrigo nada adecuada. Aunque lo que odio de verdad es el frío húmedo intenso de lugares como Londres y otras ciudades con canales, ríos o mar. El frío penetra ahí por los huesos y no hay manera de quitárselo de encima. Horrible.