Escultura

Leibovitz ahogada por las deudas

Una compañía prestamista la demanda por el impago de 24 millones de dólares

La artista posa delante de unas de sus conocidas imágenes en esta instantánea
La artista posa delante de unas de sus conocidas imágenes en esta instantánealarazon

En 2007, cuando la Reina de Inglaterra le pidió a Annie Leibovitz, de 59 años, que le hiciese la fotografía oficial de su viaje de Estado a Virginia, la retratista era de sobra conocida por su trabajo detrás de la cámara. Pero, después de la demanda que le ha interpuesto la casa de préstamos Art Capital Group esta semana, parece que la artista es tan buena en la fotografía como terrible para manejar las finanzas. Esta compañía, que se encuentra en la antigua sede de la casa de subastas Sotheby´s, situada en la calle Madison, insiste que la fotógrafa, a la que le concedieron el año pasado una línea de crédito de 24 millones de dólares, ha faltado a las condiciones a las que estaba sujeto el acuerdo de este préstamo. Perder los derechosLa compañía ha interpuesto una demanda ante el Tribunal Supremo de Nueva York para vender sus propiedades inmobiliarias y los derechos de todas las imágenes que Annie Leibovitz ha captado con la cámara durante toda su trayectoria. En la denuncia presentada en Manhattan se establece que la fotógrafa ofreció sus casas y los derechos de su trabajo como garantía para obtener el préstamo de 24 millones. La famosa retratista tiene hasta el 8 de septiembre para devolver el dinero que le han prestado si no quiere perder los derechos sobre sus conocidas imágenes y sus viviendas. Según un editor ha explicado al periódico «The New York Times», que ha trabajado con la estadounidense durante años, todo se resume en la típica historia de muchos artistas en Nueva York. Leibovitz decidió comprar tres casas en el barrio más caro de Manhattan, Greenwich Village, para invertir. Pero, cuando empezó a hacer obras para arreglar las viviendas, las facturas sin pagar se comenzaron a amontonar sobre la mesa de su escritorio. En un principio, no tenía nada que temer: estaba segura con su contrato con la revista «Vanity Fair» y «Vogue» de tres millones de dólares al año, y, además, ingresaba miles de dólares provenientes del ámbito publicitario. Pero, con la crisis y la reducción de presupuestos en el mercado editorial el dinero no llegaba a la cuenta corriente de Leibovitz como antes. Fue entonces cuando en junio de 2008, decidió ponerse en contacto con esta compañía de préstamos que acepta como garantías piezas de arte, mientras la ahogaban todas las cuentas pendientes por sus hipotecas, Hacienda y otros impagos a diferentes prestamistas. Oficinas con RubensArt Capital emite préstamos en cantidades de medio millón de dólares en adelante. Si uno no paga, pierde todas las obras de arte con las que ha asegurado esa garantía. Muchas de ellas se pueden ver en las oficinas de esta empresa, que exhibe en su sede dos Warhols y retratos de Rubens, entre otras piezas. Este año, según las estimaciones de la empresa, esperan unas ganancias que rondan los 120 millones de dólares en arte provenientes de los préstamos. La artista decidió recurrir a esta empresa cuando vio cómo las facturas de las tres casas de la Calle 11 de Manhattan se elevaban a 1.4 millones de dólares. Además, tenía que hacer frente a un recibo de la compañía de luz y un estilista que le pedían más de 700.000 dólares. En un comunicado, el portavoz de Annie Leibovitz, Matthew Hiltzik, explica que todo este escándalo responde «a la campaña de acoso de Art Capital y a sus intentos de llamar la atención. Ha habido tensiones y problemas desde el principio. Annie se encuentra en la misma situación en la que están muchas personas. De momento, está centrada en su trabajo como fotógrafa y en poner en orden sus finanzas», admitió Hiltzik sobre esta empresa que ofrece sus préstamos con unos intereses que oscilan entre el 6 y el 16 por ciento. Todavía así, Annie Leibovitz pidió a la misma firma un préstamo de un año de duración por un valor de 22 millones de dólares que se formalizó en septiembre de 2008. Nada más abrírsele esta nueva línea de crédito, retiró cinco millones. La empresa explica que entonces fue cuando accedió a que «sus bienes en propiedad intelectual e inmobiliarios, como garantía del préstamo, se podrían vender en su totalidad o en parte» dentro de su plan de reestructuración financiera. Fotógrafa sin imágenesTres meses después, Leibovitz amplió esa línea de crédito a 24 millones de dólares. Entonces accedió, según se lee en la demanda, a la venta de Art Capital de los derechos de sus fotos y sus viviendas. Desde entonces, Leibovitz se ha negado a colaborar con Art Capital, según afirma la compañía, ya que no parece que vaya a dejar entrar en sus casas a agentes inmobiliarios para que se las enseñen a posibles compradores. La fotógrafa está en riesgo de quedarse sin las imágenes que la han hecho famosa, aunque de momento parece que podrá conservar su cámara.

Suri posó sólo para la artista¿Cómo conocimos a Suri Cruise, la hija de Tom Cruise y de su mujer Katie Holmes? Fue a partir de una portada de la prestigiosa revista «Vanity Fair». La imagen la captó, como no, Annie Leibovitz. Ella es la fotógrafa de los famosos y los políticos. Su cámara captó a John Lennon y Yoko Ono el 22 de enero de 1981 para la portada de la revista Rolling Stone, justo el mismo día de la muerte del músico. También fotografió a Demi Moore embarazada y desnuda para la portada de la misma revista, y a la actriz Whoopi Goldberg dentro de una bañera llena de leche. Algunos sólo se dejan inmortalizar por ella. Sus imágenes se han convertido en un icono del mundo ideal y fantástico que no existe, pero que ha creado una tendencia entre modelos, artistas y famosos del que todos quieren formar parte.