Alemania

Alemania ilegaliza una asociación islamista salafista

El grupo Fussilet 33 era frecuentado por el terrorista del ataque al mercadillo de Berlín

Más de 450 agentes intervinieron en los registros de viviendas, empresas e incluso celdas de dos prisiones
Más de 450 agentes intervinieron en los registros de viviendas, empresas e incluso celdas de dos prisioneslarazon

La Policía de Berlín registró ayer 24 inmuebles vinculados a una mezquita que frecuentó Anis Amri, el autor del atentado de diciembre en la capital alemana. El operativo, formado por 460 agentes, supone un nuevo golpe contra el islamismo radical en Alemania y se produjo el mismo día en el que las autoridades de Berlín admitieron errores a la hora de valorar la peligrosidad de este tunecino. La operación se inició de madrugada con registros en varias viviendas, dos empresas e incluso seis celdas de dos prisiones de la ciudad. Aunque no hubo arrestos, la operación se saldó con la ilegalización de la asociación islamista Fussilet 33 que gestionaba una mezquita que, según medios locales, era frecuentada por Amri y otros salafistas dispuestos a emplear la violencia. La prohibición de la agrupación significa que el grupo se disuelve formalmente y ya no puede alquilar mezquitas para sus actividades.

De acuerdo a las autoridades, en este templo se radicalizaba a jóvenes, en su mayoría turcos y caucásicos, para que se sumasen a la lucha del Estado Islámico (EI) y se recaudaban donaciones para los yihadistas en Siria. De hecho, un imán de esta mezquita se encuentra desde hace días en prisión preventiva y otros cinco miembros de la asociación están siendo investigados. Una ilegalización que era materia de debate entre las autoridades del estado de Berlín desde 2015, debido a sus lazos con el salafismo y cuyo proceso se aceleró a raíz del ataque islamista en la ciudad. Amri, autor del ataque a un mercado de Navidad que dejó 12 muertos y docenas de heridos, asistía con asiduidad a esta mezquita. Una cámara de vigilancia lo grabó allí el día del atentado. En esta línea, el responsable de Interior del estado de Berlín, Andreas Geisel, reconoció ayer errores a la hora de valorar la peligrosidad de Amri, algo que a su juicio debe llevar a «revisar» los «indicadores» que emplean las Fuerzas de Seguridad para valorar la peligrosidad de los sospechosos vigilados. Por el momento, las autoridades confiscaron los fondos de Fussilet 33, clausuraron su página de internet e impusieron una proscripción total para impedir que la organización se establezca de nuevo bajo otro nombre o en otra localidad. «Actualmente no tenemos indicios de otros planes concretos de ataques en Berlín», añadió Geisel.

No es la primera vez que Alemania cierra una mezquita. En 2010 clausuró una en Hamburgo por «difundir ideología agresiva y antidemocrática», servir de punto de encuentro para islamistas o reclutar yihadistas, y en enero las autoridades llevaron a cabo registros y detenciones en Fráncfort y Berlín para desmantelar células ligadas al EI. Por su parte, el Ministerio de Interior alemán continúa elaborando un esperado informe sobre los posibles fallos cometidos por las Fuerzas de Seguridad en relación al ataque de Berlín.