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Una mujer vuelve al número 10 de Downing Street

La renuncia inesperada de su rival por el liderazgo «tory», Andrea Leadsom, ha convertido a Theresa May, la titular británica de Interior, en líder del partido.

Theresa May y su marido, hoy, en la puerta de Downing Street.
Theresa May y su marido, hoy, en la puerta de Downing Street.larazon

La renuncia inesperada de su rival por el liderazgo «tory», Andrea Leadsom, convierte a Theresa May, la titular británica de Interior, en líder del partido.

Hace quince días, el Partido Conservador británico parecía sumido en una guerra fratricida interna por la sucesión de David Cameron tras su dolorosa derrota en el referéndum del Brexit. Sin embargo, las aguas revueltas en la formación «tory» han dejado paso a un caudal de mansa unanimidad en torno a la figura que asume las riendas del país desde hoy, que no es otra que Theresa May.

Ella es la segunda mujer que ejercerá como primera ministra en la historia del país, después de Margaret Thatcher, y no deja de ser paradójico que sea precisamente una partidaria de la permanencia de Reino Unido en la UE –al menos en público– la encargada de gestionar la salida del país del «club» europeo.

May, que durante seis años ha sido ministra del Interior, fue proclamada formalmente nueva líder de la formación por el presidente del Comité 1922 del Partido Conservador, Graham Brady, y mañana por la tarde será nombrada primera ministra en sustitución de David Cameron, quien anunció su dimisión el 24 de junio tras perder el referéndum.

El nombramiento de May se precipitó después de que su rival dentro de las filas conservadoras, Andrea Leadsom, anunciara su retirada de la carrera ante las numerosas presiones recibidas dentro del partido, donde no contaba con el apoyo mayoritario de los diputados «tories» (apenas un 25%).

Las dos candidatas se iban a someter a una votación de los afiliados y el próximo 9 de septiembre estaba previsto que se hiciera el anuncio del ganador. Pero Leadsom, vistas sus posibilidades, no quiso esperar.

El primer ministro saliente, David Cameron, se mostró «encantado» de que May le suceda en el cargo. «Es fuerte, competente y es más que capaz de desempeñar el liderazgo que el país va a necesitar en los próximos años. Tiene todo mi apoyo», expresó Cameron, quien hoy presidirá su último Consejo de Ministros tras seis años como «premier» de Reino Unido. Mañana se someterá a las preguntas de los diputados en la Cámara de los Comunes y después presentará a la reina Isabel II su dimisión en Buchingham.

Ante esta noticia, el Partido Laborista pidió la convocatoria de elecciones generales. Sin embargo, la prioridad más acuciante en el seno de los laboristas es resolver cuanto antes las diatribas internas, sobre todo después de que los «tories» hayan acabado de forma tan inesperada como veloz la transición sobre el liderazgo en una batalla que se ha cobrado en tan sólo dos semanas varias víctimas de envergadura como Boris Johnson y Michael Gove, dos decididos partidarios de la salida de Reino Unido de la UE.

En la carrera sucesoria también se habían postulado el ex titular de Defensa Michael Fox, y el ministro de Trabajo y Pensiones, Stephen Crabb. El eurófobo Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) es otro de los partidos británicos que vive días de cambio para elegir al sucesor de Nigel Farage, que presentó su dimisión la pasada semana.

El proceso de elección del líder conservador y, por extensión, del nuevo primer ministro, se ha acelerado de tal manera que está por verse si el nuevo Gabinete que formará May adelanta el mecanismo de desconexión con Bruselas. Durante la campaña del referéndum, May se mostró partidaria de no iniciar el proceso formal de salida de Reino Unido hasta que la estrategia negociadora británica no estuviera perfectamente definida, lo cual, dijo, no sería antes de final de año. Cabe recordar que los dirigentes europeos quieren que Reino Unido invoque cuanto antes el artículo 50 del Tratado de Lisboa, aunque no tienen ninguna manera legal de forzar dicho proceso.

May apoyó la permanencia del país en la UE, si bien no hizo una campaña activa, más bien se posicionó en un segundo plano. Ayer dejó claro a los diputados de su partido que no habrá un segundo referéndum.

Durante su primera declaración tras ser proclamada como líder de los «tories», la futura primera ministra explicó que su prioridad será forjar un fuerte liderazgo que sepa sortear los «tiempos de incertidumbre política y económica» que se avecinan y negociar el mejor acuerdo posible con la Unión Europa para que sea un éxito para el país.

«Tenemos que buscar el nuevo papel de Reino Unido en el mundo», dijo May arropada por decenas de diputados conservadores, ante las puertas del Parlamento británico, antes de añadir que «Brexit significa Brexit, y vamos a convertirlo en un éxito».

May, además, prometió unir al país y construir «una visión de futuro sólida y positiva» que funcione «no sólo para unos pocos privilegiados sino para todos, porque daremos a la gente más control sobre sus vidas, y así es como haremos un Reino Unido mejor». May, que en los últimos días ha descartado que tenga intención de convocar elecciones generales antes del fin de la legislatura, en 2020, dará a conocer su Gabinete en los próximos días, si bien, según especulaciones de los medios británicos, seguirán figuras como Michael Gove, Philip Hammond y George Osborne.