Asad insta a los rebeldes a rendirse para evitar una «muerte segura»

Las tropas sirias y sus aliados rusos prosiguen su avance en los barrios centrales de Alepo

Con más del 60% del control de los territorios rebeldes de Alepo, las expectativas de supervivencia de las fuerzas insurgentes en la segunda ciudad de siria son cada vez más escasas. El Ejército sirio ordenó ayer a los rebeldes a abandonar la ciudad o enfrentar «una muerte inevitable» Aun así, las facciones opositoras se resisten a perder su bastión y han comunicado a Washington que no abandonarán la ciudad, en respuesta a la petición de Rusia de iniciar conversaciones en Ginebra sobre la retirada total de los combatientes rebeldes de los sitiados distritos orientales. «No podemos entregar nuestra ciudad, nuestras casas a las milicias mercenarias que movilizó el régimen en Alepo», reza en un comunicado la oposición siria.

Las tropas del régimen y sus aliados chiíes han seguido avanzado este fin en los distritos del este de Alepo. El último barrio en caer ha sido Tariq al Bab, donde los rebeldes están resistiendo. Precisamente, en este distrito, capturado el viernes por la noche por las fuerzas de Al Asad, fue herido de gravedad el sábado Abu Abdelrahman Nour, el comandante del recién estrenado Ejército de Alepo, nueva alianza rebelde que reúne a las diferentes facciones que luchan en la ciudad.

Ante la situación cada vez más difícil para la población civil en la ciudad siria, ha aumentado la presión internacional sobre el régimen sirio y su aliado ruso para suspender los ataques por lo menos para la entrega de ayuda humanitaria. Representantes de Rusia y de los rebeldes han entablado negociaciones estos días sobre la asistencia humanitaria en Turquía. No obstante, un alto representante de la oposición acusó a Rusia de no apostar seriamente a estas conversaciones, y de intentar ganar tiempo a favor de Asad. Las fuerzas gubernamentales han instado a los residentes del este de Alepo, que han tenido que abandonar sus hogares por los bombardeos a regresar a sus barrios orientales. En un comunicado, el Comando General de las Fuerzas Armadas sirias hizo un llamamiento a los residentes de los barrios del noroeste de Alepo para que regresen a sus casas, afirmando que «el Ejército Árabe Sirio ha restablecido allí la seguridad y la estabilidad».

Desde Riad, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora siria, pidió ayer al Consejo de Seguridad de la ONU y a los países «amigos de Siria» que actúen «inmediatamente para detener los bombardeos y las matanzas perpetradas en varias zonas de siria y, en especial, en Alepo». La CSN solicitó a la comunidad internacional que encuentre la manera de hacer llegar ayuda humanitaria y subrayó que «Alepo se ha convertido en una zona catastrófica» que está amenazada con sufrir una «catástrofe mayor». Por otro lado, al menos 46 personas, la mayoría civiles, murieron ayer en bombardeos aéreos en Idleb, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los ataques golpearon tres sectores diferentes de la provincia controlada en gran parte por el Frente de la Conquista del Levante (ex filial de Al Qaeda).