Irán

Asad permite la evacuación de decenas de enfermos del «Auschwitz» sirio

Unas 400.000 personas viven aisladas desde hace cuatro años por el régimen en Guta Oriental. El dictador de Siria da un ultimátum a los rebeldes de Idlib: la rendición o el asedio.

Un niño es evacuado ayer en ambulancia por la Media Luna Roja
Un niño es evacuado ayer en ambulancia por la Media Luna Rojalarazon

Unas 400.000 personas viven aisladas desde hace cuatro años por el régimen en Guta Oriental. El dictador de Siria da un ultimátum a los rebeldes de Idlib: la rendición o el asedio.

Guta Oriental, en los suburbios de Damasco, es el mayor «campo de concentración» de Siria. Allí viven atrapadas 400.000 almas bajo asedio completo desde hace más de cuatro años, además de haber sido víctimas del peor ataque químico –1.400 muertos– y bombardeos diarios con bombas de barril. Esta guerra de asedio impuesta por el régimen de Bachar al Asad se ha convertido en la vergüenza de la comunidad internacional y las agencias de la ONU que no han hecho lo suficiente para evitar la muerte de cientos de civiles, más de la mitad niños, por inanición. Una hambruna ha llevado a civiles desesperados a tener que alimentarse de basura y sobras putrefactas para sobrevivir. Sin apenas tampoco medicinas, la olvidada «Auschwitz» de Siria ha lanzado su último alarido de socorro. La situación humanitaria es tan crítica que si no se toman medidas pronto habrá que lamentar cientos de muertes de niños desnutridos y de ancianos cadavéricos.

Gracias a la mediación de la ONU, una treintena de enfermos muy graves fueron evacuados ayer por la Media Luna Roja y llevados a los hospitales de Damasco para recibir tratamiento médico urgente. Pero estos 29 casos críticos sólo son una pequeña porción de un total de «720 enfermos» muy graves de Guta Oriental que precisan de una «evacuación urgente», según informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La espera se ha dilatado tanto que 16 de los enfermos han perdido la vida.

Activistas sirios consultados por LA RAZÓN precisaron que «una lista con 641 casos críticos fue enviada por el personal médico local a Naciones Unidas hace ya dos meses». La lista incluye «18 menores y cuatro mujeres con cáncer, enfermedades cardíacas, insuficiencia renal y otras patologías graves», puntualizó la fuente. La evacuación forma parte de unas negociaciones que también incluyen el intercambio de prisioneros entre el régimen de Damasco y el grupo rebelde el Ejército del Islam que, junto con el Frente al Nusra (ex filial de Al Qaeda en Siria), han controlado la zona rural de Damasco desde hace cerca de cinco años. Al tratarse de los arrabales de la capital siria, el cerco impuesto por el régimen ha sido más feroz que en otras zonas del país. Desde octubre de 2013 hasta octubre de 2017 han muerto al menos 397 civiles, incluidos 206 niños y 67 mujeres, por inanición y la escasez de medicamentos, denuncia en un informe la Red Siria de Derechos Humanos.

Guta Oriental (periferia de Damasco) es junto con algunas zonas de la provincia de Idlib (noroeste de Siria) y de los Altos del Golán, los únicos bastiones que aún controlan los insurrectos. Estos emplazamientos forman parte de las llamadas «zonas de distensión» que se crearon tras un acuerdo alcanzado entre Rusia, Turquía e Irán en la cumbre de Astaná en septiembre. No obstante, a pesar que ese acuerdo era una especie de garante de la paz en las zonas controladas por los rebeldes, tanto los suburbios de Damasco como Idlib y los Altos del Golán siguen estando sometidos a bombardeos diarios y asedios del régimen.

Precisamente, el Ejército sirio y las milicias aliadas a Damasco dieron ayer un ultimátum de 72 horas a los rebeldes que se encuentran en los alrededores del monte Hermon, cerca de la frontera con Israel y Líbano. Los rebeldes se encuentran rodeados en Beit Yin, su bastión principal en la zona, tras perder el control de varias colinas estratégicas y granjas de la zona durante esta semana, tras cerca de dos meses de ofensiva militar contra ellos. En la zona se encuentran atrapados además 8.000 civiles, cuya situación empeora día a día. Según fuentes de Hizbulá, los rebeldes aceptaron ayer negociar su rendición y serán evacuados a Idlib.

Idlib se ha convertido en el feudo principal de las facciones rebeldes e islámicas que han sufrido un importante retroceso en el último año en Siria. Prácticamente, la única resistencia que le queda a Asad son los yihadistas del Frente de la Liberación del Levante, ex filial de Al Qaeda. Este grupo yihadista controla la norteña provincia pero, a diferencia de su rival, el Estado Islámico, su dominio se reduce a Idlib. Con el resto de la oposición armada bajo la rendición, los insurgentes de Idlib sólo tendrán dos opciones: rendirse o el asedio.

El nuevo objetivo ruso: el frente al Nusra

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aseguró ayer que la parte principal de la batalla contra el grupo terrorista Estado Islámico en Siria ya ha terminado. El jefe de la diplomacia indicó que la principal misión antiterrorista ahora en Siria pasa por la derrota del Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en el país árabe. «Ahora, claro está, la principal misión antiterrorista radica en la derrota también del Frente al Nusra», dijo Lavrov durante su encuentro con el líder del bloque opositor sirio Ghad al Suri, Ahmad Yarba. El ministro de Exteriores ruso añadió que el Ejército sirio, junto con sus aliados, «continúa arrinconando al Frente al Nusra. Sin embargo, todavía resisten, entre otras cosas, según datos que tenemos, gracias a la ayuda externa», advirtió. Lavrov también recordó que el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con que «en caso de reincidencias de actividades terroristas, Rusia apoyará con su aviación militar las acciones del Ejército sirio».