Represión en Venezuela

Asesinato en directo en Venezuela

El Gobierno chavista confirma que ha matado al ex piloto sublevado mientras la oposición y ONG acusan a Maduro de cometer un nuevo crimen de Estado

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El Gobierno chavista confirma que ha matado al ex piloto sublevado mientras la oposición y ONG acusan a Maduro de cometer un nuevo crimen de Estado.

«Plomo y tolerancia cero». Son órdenes del propio presidente Nicolás Maduro que se cumplen a rajatabla, y que revelan cómo actuó el Gobierno venezolano durante el operativo para neutralizar al ex piloto Óscar Pérez, buscado por las autoridades después de que el pasado verano abriera fuego desde un helicóptero contra edificios gubernamentales de Caracas. Tras varias horas de confusión, finalmente el Ministerio del Interior confirmó ayer la muerte de Pérez y de un grupo de hombres armados, atrincherados en un edificio a las afueras de Caracas mientras intentaban entregarse tras ser descubierta su guarida por la Policía.

No hubo clemencia para los subversivos. El régimen envió a la Guardia Nacional Bolivariana y empleó la misma mano de hierro utilizada contra los estudiantes y opositores durante las protestas de hace cinco meses.

Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, informó de que el ex inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y otras seis personas que lo acompañaban fueron abatidas en el operativo. Según la versión oficial, dos agentes fueron asesinados por los insurgentes cuando irrumpieron en el recinto, adonde llegaron hasta 150 policías y militares.

El objetivo exclusivo habría sido asesinar al ex piloto. Así quedó recogido en los vídeos (doce en total) que colgó Óscar Pérez en su cuenta de Instagram, en los que indicaba que estaba sitiado y que los funcionarios no aceptaron ninguna negociación con él. «Moriremos de pie defendiendo a nuestra tierra, pero nunca de rodillas ante los tiranos», dijo en uno sus últimos mensajes.

Además, en otras impactantes imágenes difundidas en las redes sociales se mostraron momentos en los que las fuerzas del régimen de Maduro bombardean la casa. De hecho, la experta en asuntos miliares y presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, Rocío San Miguel, aseguró que el ataque más violento contra la vivienda sitiada se hizo «con un lanzagranadas antitanque RPG-7 ruso de las Fuerzas Armadas». Material más propio de un territorio en guerra.

Hay varias preguntas sin responder todavía. ¿Qué pasó con los civiles que estaban en la casa?,¿por qué no hubo periodistas, testigos, ni fiscales?, ¿quién ordenó al mayor retirarse para dar paso al fuego contra Pérez y sus compañeros? ¿por qué utilizaron este tipo de armamento pesado?,¿cuáles fueron las razones por las que el Gobierno tardó tanto en confirmar la muerte?

El presidente Nicolás Maduro aseguró que el «enfrentamiento armado» se produjo después de que se les prestara a los sublevados «todas las condiciones para su entrega» , pero añadió que «tenían planeado explotar un carro bomba frente a una Embajada de un país muy querido para luego recibir protección en Colombia».

Al igual que varias asociaciones defensoras de derechos humanos, el político opositor Antonio Ledezma denunció que «Pérez fue ejecutado por órdenes de Maduro. En el mundo resuenan castañuelas anunciando que un genocida arremete contra el pueblo venezolano». Ledezma, que se encuentra en el exilio, aseguró que el «asesinato de Pérez» se sumará «al expediente que circula en el Tribunal de La Haya esperando sentencia contra los que aplican pena de muerte».

Piloto, ex agente de la Policía científica y actor aficionado de 36 años, Pérez sobrevoló Caracas el 27 de junio en un helicóptero policial con algunos de sus hombres. Lanzaron cuatro granadas contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y dispararon contra el Ministerio de Interior. El ataque, sin tuvo víctimas –utilizaron granadas sonoras y disparos al aire–, ocurrió en medio de una ola de protestas contra Maduro que dejó 125 muertos entre abril y julio de 2017.

El policía, quien durante sus siete meses fugado difundió varios vídeos en los que decía enfrentarse a la «narcodictadura» en Venezuela, se convirtió en el hombre más buscado, acusado de terrorismo. También en el símbolo de la marchita resistencia. Pese a estar bajo la persecución de las Fuerzas de Seguridad, se presentó sorpresivamente dos semanas después de la acción del helicóptero en una vigilia de la oposición por la muerte de manifestantes en las violentas protestas del año pasado. El grupo armado de Pérez no es el único que se enfrentó al régimen. En agosto, el asalto a la Brigada 41 de Blindados del Batallón Paramacay, de la ciudad de Valencia, dejó dos muertos y diez detenidos.