Asignaturas pendientes para la paz

–¿La campaña del plebiscito traerá nuevas tensiones a Colombia?

–La campaña es una oportunidad estratégica para que la sociedad colombiana teja puentes hacia la reconciliación. Es importante que todos comprendamos el momento histórico que vivimos y el camino que abre la refrendación popular de los acuerdos. Ahora hay sectores sociales con reparos frente a lo acordado. Algunos por desconocimiento del proceso, de ahí la necesidad de la pedagogía para la paz, y otros porque nunca reconocieron la importancia de una salida política al conflicto.

–¿Qué puntos del acuerdo serán más difíciles de cumplir?

–La paz territorial no puede hacerse desde Bogotá, alimentando las dinámicas centralistas del régimen político. Debe ser participativa y reforzar las dinámicas regionales y territoriales. Ahora los acuerdos son muy complejos. Hay dos puntos esenciales y no fáciles de resolver: la reforma rural integral implica un ejercicio de acceso a la tierra a campesinos y trabajadores agrícolas y aquí hay unos poderes terratenientes afianzados. Habría que generar condiciones de desestructuración. También el fenómeno del paramilitarismo y del negocio criminal de las drogas requiere de un combate fuerte por parte de las Fuerzas Militares y de Justicia.

–¿Este acuerdo pone un punto final definitivo a la guerra?

–Pone fin a la confrontación armada con la insurgencia más grande del país. Ahora, el problema de la guerra tiene al paramilitarismo, al narcotráfico y a ciertos sectores de las fuerzas militares vinculados a negocios ilegales. Estos tres asuntos requieren ser resueltos para caminar completamente hacia el fin de la guerra.

*Profesora de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia