Atentados terroristas en París

El «cerebro» del 13-N regresó a Bataclan tras la matanza

Abaaoud planeaba suicidarse en el centro financiero de la Défense cinco días después de los atentados de París. Bélgica identifica al cómplice de Salah Abdeslam, el terrorista fugado

Mohamed Abrini, buscado por la policía por su participación en los atentados de París
Mohamed Abrini, buscado por la policía por su participación en los atentados de Paríslarazon

Abaaoud planeaba suicidarse en el centro financiero de la Défense cinco días después de los atentados de París. Bélgica identifica al cómplice de Salah Abdeslam, el terrorista fugado.

La Fiscalía federal belga ha emitido una orden de detención europea e internacional contra Mohamed Abrini, que fue visto dos días antes de los atentados de París en una gasolinera francesa junto al fugado Salah Abdeslam y a bordo del Renault Clio que utilizaron los yihadistas para ateentar el 13 de noviembre. Abrini, de 30 años de edad, «es peligroso y está probablemente armado», según la alerta difundida por la Policía federal belga para solicitar la colaboración ciudadana para identificarle. Tanto las autoridades belgas como las francesas «buscan activamente» al sospechoso desde los atentados. Dos días antes de la matanza de París, Mohamed Abrini y Salah Abdeslam fueron grabados en una gasolinera francesa en una autovía a la altura de Ressons y en dirección a París. Abrini era el conductor del Renault Clio utilizado para cometer los atentados, informó la Fiscalía belga en un comunicado.

En el país la máxima alerta por atentado terrorista continúa hoy, aunque el Gobierno ha decidido abrir las escuelas y el metro con un refuerzo policial sin precedentes. Los centros escolares serán custodiados por 300 agentes de Policía en la capital, mientras que en el metro el dispositivo contará con 200 agentes. La Policía de Bruselas tendrá apoyos de la Policía federal para poder hacer frente al despliegue, según confirmaba ayer el ministro del Interior, Jan Jambon. El ministro-presidente de Bruselas, Rudi Vervoort, lanzaba un mensaje tranquiIizador: las escuelas no son consideradas objetivos potenciales según el Órgano para la Coordinación y el Análisis de la amenaza (OCAM) y su cierre fue una medida preventiva. Sin embargo, la inquietud era palpable entre la población con hijos por abrir las escuelas sin reducir el nivel de alerta. Pero las tensiones florecían ayer entre el Gobierno local y el federal precisamente por haber cerrado los colegios los dos primeros días de la semana. Para Vervoort no habría sido necesario y hubiera permitido seguir una vida más normal, mientras que el Ejecutivo no dudó en establecer el cierre de los centros escolares. El burgomaestre de Bruselas, Yvan Mayeur, iba más allá: «No vamos a vivir bajo un régimen islamista», sentenciaba.

Su reacción iba dirigida hacia la polémica medida anunciada por la ministra de Educación belga, Joëlle Milquet, de crear «aulas seguras» en las escuelas para que alumnos y profesores puedan refugiarse en caso de amenaza. El burgomaestre equiparaba la medida a que los colegios tengan que contar con un «búnker». La ministra respondía claramente recordando al burgomaestre que la medida era sugerida desde la propia Policía de Bruselas. «Me sorprende que no se tome en serio esta idea cuando viene de su propio cuerpo policial», sentenciaba la ministra. En cuanto a la investigación en Francia, ayer se supo que Abdelhamid Abaaoud, que murió bajo el fuego de las fuerzas del orden durante el asalto a un apartamento en Saint Denis, se disponía a atentar ese mismo día o al día siguiente en La Défense (Hauts-de-Seine). El fiscal de la República, François Molins, lo confirmó en una rueda de prensa, la segunda después de los atentados de París que ocasionaron la muerte de 130 personas. El organizador de los atentados y un cómplice tenían proyectado hacerse explotar cinco días después del triple atentado del 13 de noviembre en el barrio de negocios al oeste de la capital francesa.

Por otro lado, las investigaciones telefónicas realizadas han determinado que Abaaoud estuvo en contacto con Bilal Hadfi, uno de los kamikazes del Estadio de Francia, antes de que éste y sus dos cómplices se hicieran explotar en las inmediaciones. Y más aún, Abaooud «volvió al escenario del crimen tras los atentados», según indicó el fiscal, y pudo ser testigo de la actuación de la Brigada de Intervención durante el asalto al Bataclan, donde tres kamikazes mataron a 89 personas. Jawad Bendaoud, el hombre que dio cobijo a Abdelhamid Abaaoud, a otro cómplice todavía no identificado y a la prima del primero, Hasna Ait Boulahcen, todos muertos en el asalto de la Policía en Saint Denis, ha sido inculpado por «participación en una asociación de malhechores terroristas» y encarcelado. Según el fiscal, Bendaoud no podía ignorar que sus huéspedes eran los responsables de los atentados, y « participó con conocimiento de causa» en una empresa terrorista.

En cuanto al chaleco de explosivos que descubrió un empleado de los servicios de limpieza de Montrouge (Hauts-de-Seine), tiene «la misma fabricación» que los cinturones utilizados por los kamikazes en Saint Denis y en la sala Bataclan, informó François Molins. Según el fiscal, existe un conjunto de detalles que permiten pensar que ese chaleco está en relación con los atentados. «El primero es que el teléfono móvil que utilizó Salah Abdeslam», ha sido localizado en esta zona, y, por otro lado, el cinturón tiene las mismas características que los utilizados por los comandos que operaron en París.