Unión Europea

Barnier advierte a Londres de que no habrá acuerdo sin saldar las cuentas

El negociador europeo exige a Reino Unido que concrete sus propuestas antes del lunes.

El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, durante su rueda de prensa de ayer en Bruselas
El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, durante su rueda de prensa de ayer en Bruselaslarazon

El negociador europeo exige a Reino Unido que concrete sus propuestas antes del lunes.

A pocos días de que comience la segunda ronda de negociaciones sobre el Brexit, la indefinición de la posición británica inquieta en la capital comunitaria. Mientras Bruselas ha mostrado sus cartas con la publicación de nueve documentos, Reino Unido tan sólo ha redactado un texto referido a los derechos de los ciudadanos comunitarios al otro lado del Canal de la Mancha –claramente insuficiente para Bruselas– y ha ocupado las últimas horas en una retórica incendiaria, con poco lugar al entendimiento. en uno de los temas que tiene visos de convertirse en el gran caballo de batalla de la primera fase de las negociaciones: la factura del divorcio que debe pagar Londres.

Ayer, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, en una comparecencia ante los medios de comunicación pidió a Downing Street claridad en sus posturas, a la vez que aprovechó la ocasión para mostrar, una vez más, la firmeza de los Veintisiete: no hablarán del futuro acuerdo de la UE con Londres hasta que desde el otro lado del Canal de la Mancha salden las cuentas pendientes, lo que incluye la factura del divorcio.

«La clarificación de su posición no ha sido todavía expresada. Pero yo estoy listo, el equipo está listo», aseguró el político francés, que espera documentos por parte de Londres en las próximas horas o durante el fin de semana. El lunes comienzan las negociaciones y en muchos temas –casi todos– Bruselas no sabe a qué atenerse.

Como telón de fondo, la última provocación del «enfant terrible» en el lado de los «brexiters», Boris Johnson, al asegurar que si los Veintisiete pueden «go whistle» si esperan que Londres pague la factura de 100.000 millones de euros estimada en los últimos cálculos y que el titular de Exteriores británico califica como «abusiva». Una expresión que puede ser traducida como «van listos», «pueden silbar», o la más fuerte, «pueden irse a tomar viento». Como respuesta, Barnier ha asegurado no oír nada que silbe, pero sí «un reloj que corre», en referencia a la cuenta atrás de dos años que fue desencadenada el pasado 29 de marzo de manera irreversible y que los Veintisiete no piensan prorrogar, aunque el artículo 50 lo permita.

¿Cómo se puede construir una relación de confianza con alguien que no salda sus cuentas», se preguntó ayer Barnier mientras explicaba que la factura de salida no obedece a la venganza, sino a los compromisos suscritos durante la pertenencia al «club» comunitario (que incluyen las aportaciones al presupuesto hasta 2020 y otros pagos comprometidos para más adelante). Como forma de apelar al honor y pragmatismo británicos, Barnier aseguró no imaginarse que «un país como Reino Unido no se responsabilice de sus compromisos». Antes de discutir cualquier metodología de cálculo, Bruselas quiere que Londres asuma que tiene una cuenta que pagar y que lo deje escrito negro sobre blanco.

Dentro del apartado en el que existe una mayor claridad por parte de Londres, el negociador jefe volvió a recalcar que la propuesta británica sobre los derechos de los ciudadanos comunitarios residente en las Islas debe ser mejorada. Bruselas, además, quiere que Reino Unido reconozca la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE ante cualquier conculcación de los derechos de los ciudadanos comunitarios tras el Brexit. Barnier pide un proceso administrativo claro para conseguir la residencia permanente y teme que Londres no garantice plenamente los derechos de los familiares o cambie en sucesivas leyes los procesos de reagrupamiento familiar.

Antes de lunes, Bruselas está dispuesta a oír todas las posturas aunque matiza que su interlocutor en las negociaciones sigue siendo el Ejecutivo británico. Hoy Barnier se entrevistará con el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn; la ministra principal del Escocia, Nicola Sturgeon, y el líder de Gales, Corwyn Jones.