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Hamburgo

Batalla política tras el G-20

La violencia en Hamburgo enfrenta a conservadores y socialdemócratas. El Gobierno alemán pide crear un registro de extremistas en la UE.

Una vecina de Hamburgo limpia una pintada resultado de los disturbios de la cumbre del G-20 del fin de semana
Una vecina de Hamburgo limpia una pintada resultado de los disturbios de la cumbre del G-20 del fin de semanalarazon

La violencia en Hamburgo enfrenta a conservadores y socialdemócratas. El Gobierno alemán pide crear un registro de extremistas en la UE.

Más de cien coches se quemaron en Hamburgo durante el G-20. Uno de ellos, el de la profesora jubilada Ulla Mazkouri. La mujer, de 72 años, se despertó sobresaltada el jueves por la noche cuando una agente de policía llamó a su puerta para decirle que su viejo Audi, regalo de un conocido, era pasto de las llamas. Días después, el domingo, la mujer tuvo que ser ingresada por unas horas por lo que en un principio fue diagnosticado como un accidente cerebrovascular. Meike Siemssen y su marido Tommaso Amato tuvieron que apagar con sus propios medios una barricada ardiendo en la puerta de su propia casa. Y así cientos de incidentes que convirtieron por unos días a la capital del Elba en territorio comanche. Ahora, al mismo tiempo que las brigadas de limpieza trabajan sin descanso, la ciudad trata de recobrar su pulso mientras muchos se pregunta si durante la celebración del G-20 se subestimó el riesgo de la extrema izquierda.

A falta de respuesta concisas, la mayoría concluye que la cumbre fue un éxito, pero un fracaso para la ciudad anfitriona que ha perjudicado gravemente la imagen de su alcalde, el socialdemócrata Olaf Schulz, al que ahora muchos culpan de la intensidad que tomaron los disturbios, pero que sobre todo pone en tela de juicio el papel de los radicales. La situación es tal que el ministro de Justicia, Heiko Maas, propone la creación de un fichero europeo de extremistas. «En lo que a extremistas se refiere, no tenemos en Europa una base de datos suficiente», aseguró el socialdemócrata en una entrevista en el diario «Bild».

De hecho, gran parte de los violentos que durante tres días sembraron el caos en Hamburgo procedían de otros países, según denuncia Maas. Entre ellos, cinco españoles fueron detenidos y está previsto que se presenten cargos contra dos de ellos. Según el balance realizado por la Policía, desde dos semanas antes de la cumbre hasta su finalización resultaron heridos 476 agentes, se efectuaron 186 detenciones y 225 arrestos temporales y se dictaron 27 órdenes de detención.

De prosperar la creación de este archivo común, las autoridades germanas podrían impedir la entrada a los violentos ya de forma previa, concretamente en la frontera. Asimismo, Maas anunció que el Gobierno alemán destinará más fondos para vigilar a los violentos. Después de que las imágenes de barricadas y coches ardiendo y batallas campales entre activistas antisistema y policías dieran la vuelta al mundo, el titular de Interior de Hamburgo, Andy Grote, admitió que las autoridades de la ciudad estado se vieron sorprendidas por la brutalidad de las protestas.

Por su parte, el candidato socialdemócrata a canciller, Martin Schulz, arremetió contra los manifestantes violentos que «actuaron como terroristas». Las «bandas de saqueadores» carecen de legitimidad política alguna. «Tenían las características del terrorismo», añadió. «Estos disturbios de mentes pequeñas los protagonizan personas que toman a una ciudad entera como rehén por su estupidez de una forma casi terrorista», lamento el líder del SPD.

Mientras arrecian las críticas en Alemania contra el dispositivo de seguridad diseñado a menos de tres meses de las elecciones federales, el portavoz del Gobierno federal, Steffen Seibert, reiteró la «solidaridad» y el «agradecimiento» de la canciller, Angela Merkel, a la Policía. Se cuestiona también que la cumbre se celebrara en el centro de una gran ciudad como Hamburgo, pero Seibert aseguró que fue elegida precisamente por cumplir los requisitos logísticos, organizativos y de seguridad.