Bruselas

Bosnia pide entrar en la UE, ¿un incentivo para cambiar un país deprimido?

El paro llega al 64 % y el sueldo medio es de sólo 415 euros.

Bosnia-Herzegovina pedirá de forma oficial su entrada en la Unión Europea
Bosnia-Herzegovina pedirá de forma oficial su entrada en la Unión Europealarazon

"La entrega de la solicitud es apresurada ", afirman los analistas que recuerdan que un año después de las últimas elecciones, no hay si quiera un acuerdo para empezar a cumplir las condiciones de Bruselas.

Bosnia-Herzegovina pedirá el próximo lunes de forma oficial su entrada en la Unión Europea (UE), con la clase política publicitándolo como un gran éxito, pero con las cifras económicas y la calle denunciando que las condiciones de vida no han mejorado y la corrupción sigue siendo elevada. La solicitud llega 21 años después de la guerra civil que arrasó el país y terminó con un acuerdo de paz que creó una complicada estructura estatal, con dos entidades autónomas basadas en criterios étnicos, un Gobierno central débil y una administración hipertrofiada.

"La entrega de la solicitud es apresurada ", afirma a Efe la analista Suzana Mijatovic, quien recuerda que más de un año después de las últimas elecciones, no hay si quiera un acuerdo para empezar a cumplir las condiciones de Bruselas para abrir el proceso de adhesión. "En una situación en la que la mayoría de los ciudadanos no sienten ningún progreso, y menos aún en la economía, no es casual que la entrega de la solicitud se presente como un gran éxito por parte de las autoridades, aunque el Estado ni ha pisado la vía europea", dijo.

Dragan Covic, el representante croata de la presidencia colegiada del país, que comparte con un bosnio y un serbio, ha prometido que en un año el país habrá recibido el visto bueno de Bruselas y será reconocido como candidato a entrar en la UE. En junio de 2015, entró en vigor el Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la UE y Bosnia, una antesala del proceso de candidatura que busca impulsar en los países aspirantes reformas económicas, sociales y de lucha contra la corrupción. Los principales partidos bosnios, que llevan dos décadas jugando la carta del enfrentamiento étnico, se comprometieron a pactar y trabajar juntos para iniciar esas reformas. Muchos analistas consideran, sin embargo, que los avances han sido escasos. No se ha modificado el acuerdo comercial para exportar productos agrícolas a la UE, no se han publicado los datos del censo realizado hace dos años y ni siquiera está claro quién dirigirá unas hipotéticas negociaciones con la UE, en un país con tres Parlamentos, tres Gobiernos y multitud de entidades locales con mucha autonomía. Aparte del Gobierno y el Parlamento central, las dos entidades que forman el país, la de los serbios y la común de croatas y musulmanes, tienen su propio Ejecutivo y Legislativo.

Por eso, la UE había pedido un mecanismos de coordinación para que esa maraña estatal no dificultara las negociaciones. Hasta la fecha, poco se sabe de cómo funcionará. El analista Ahmet Buric opina que un futuro proceso de ingreso en la UE obligará a reformar el acuerdo de paz de Dayton de 1995 que diseñó ese reparto territorial, que acabó creando una Administración enorme, origen de muchos de los males de corrupción.

Los intentos de reformar la Constitución del país han fracasado hasta ahora, debido a la tensión entre quienes quieren un Estado más centralizado, especialmente los partidos de la comunidad musulmana, y quienes reclaman más autonomía, e incluso la secesión, en el ente serbobosnio.

Aunque la mayoría de los analistas y la población son escépticos sobre la posibilidad de cambios, algunos opinan que los líderes políticos, muchos de ellos en la elite gobernante desde hace 25 años, se verán presionados por la UE para efectuar reformas. "Las divisiones étnicas y las consecuentes tensiones que mantienen a algunos en el poder deberán ser superadas", confía el analista Filip Mursel Begovic, que espera de los políticos medidas "poco populares aunque les cueste en unas próximas elecciones".

La imagen que muchos bosnios tienen de la UE es la de Alemania: un país rico, en el que poder trabajar y tener un futuro lejos del paro y la corrupción de su país, donde los mejores trabajos quedan reservados a quienes tienen contactos para colocarse de funcionario. El desempleo oficial en Bosnia lleva años instalado en el 40 %, aunque si se incluye la economía sumergida, sería "sólo"un 26 % de la población activa la que no trabaja. Entre los jóvenes, el paro llega al 64 % y el sueldo medio es de sólo 415 euros. Para 2016 se prevé un crecimiento económico del 3 %, poco más que el año pasado, insuficiente para recuperar la débil economía. El empresario Nihad Imamovic declaró a Efe que la solicitud de adhesión es sólo el inicio de lo que necesita la economía bosnia. Espera, sin embargo, que sea un incentivo "para que se cree un ambiente en el que los empresarios puedan respirar", que se reduzca la enorme burocracia y se abra la puerta a inversiones extranjeras.