Bruselas

Bruselas plantea un club a dos velocidades para aplacar el Brexit

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presenta hoy el esperado Libro Blanco como antídoto a la salida de Reino Unido del bloque. En el informe se dibuja una Europa a varias velocidades, con España en el núcleo duro, que contempla «círculos concéntricos» para que los socios puedan elegir una mayor integración en función del área

La canciller alemana, Angela Merkel, junto a Mario Draghi, director del BCE; el presidente francés, François Hollande, y Jean-Claude Juncker
La canciller alemana, Angela Merkel, junto a Mario Draghi, director del BCE; el presidente francés, François Hollande, y Jean-Claude Junckerlarazon

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presenta hoy el esperado Libro Blanco como antídoto a la salida de Reino Unido del bloque.

La Unión Europea abre hoy un proceso de reflexión sobre su futuro tras el sonoro portazo de Reino Unido. El presidente de la Comisión, Jean Claude-Juncker, presenta el esperado Libro Blanco como punto de partida de un largo debate que se prolongará durante prácticamente todo este año, a la espera de que el incierto horizonte electoral que se cierne sobre Berlín y París se haya despejando. El presidente del ejecutivo comunitario propone hoy una serie de escenarios que fuentes diplomáticas describen como «realistas» y «no excluyentes entre sí» y que en la práctica abren la puerta a una Europa de varias velocidades, ante la evidencia de la dificultad del club comunitario para dar grandes saltos hacia delante sin crear nuevas fisuras entre las capitales europeas que apunten a su temida disgregación.

Dentro de estos escenarios, la Comisión Europea no excluye la posibilidad de un modelo confederal que avance hacia la creación de unos Estados Unidos de Europa, pero en un ejercicio de pragmatismo, Bruselas también propone el mantenimiento del mercado único con la renacionalización de ciertas políticas y diversos modelos de Europa a la carta que Juncker ha bautizado como «círculos concéntricos» y en los que los Estados podrían integrarse en diferentes áreas según sus preferencias.

Una última opción para la que el ejecutivo comunitario cuenta con el respaldo decidido de la canciller Angela Merkel, que tras la cumbre celebrada en Malta este mes de febrero, volvió a relanzar esta posibilidad ya esbozada en junio después del «no» de Reino Unido a permanecer en el club comunitario. «Es mejor conservar y mantener lo que se tiene y avanzar poco a poco que dar grandes saltos», explica una alta fuente diplomática que también reconoce la necesidad de «soltar lastre», ante la erosión que ha supuesto para el proyecto europeo la brecha abierta Este-Oeste y el fracaso en los intentos de avanzar a una política de asilo común que ha herido de manera directa el liderazgo de Merkel en Europa, en un momento de ausencia de líderes en el Viejo Continente.

El primer debate llegará en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra los días 9 y 10 de marzo en Bruselas como preludio del encuentro al máximo nivel en Roma el día 25 del mismo mes, en la conmemoración del 60 aniversario del Tratado homónimo. Una cita que iba a servir para renovar los votos de los socios del club comunitario, pero que debido a la crisis existencial en la que está sumido el proyecto, contribuirá si no a la acción, al menos a la reflexión.

A pesar de que el debate sobre las diferentes velocidades de la UE ha sido una constante casi desde su fundación, en los pasillos comunitarios comienza a ser evidente que algo se ha roto y puede que nunca pueda repararse. El primer ministro holandés, Mark Rutte, reconoció en el foro económico de Davos (Suiza) que el objetivo presente en los Tratados de «una Unión cada vez más estrecha» ha pasado a mejor vida y «está enterrado». Sólo el tiempo dirá si los posibles «círculos concéntricos» pueden convertirse en corrientes disgregadoras de un proyecto que vive su crisis más aguda. Dentro de las capitales europeas, España es uno de los países con más reservas a la hora de admitir el escenario de varias velocidades y sigue siendo partidario de avanzar a 27, pero fuentes gubernamentales reconocen que, en todo caso, el propósito de nuestro país es seguir situado en un eventual «núcleo duro» con los países fundadores. De ahí el encuentro que el presidente francés, François Hollande, ha convocado en Versalles y en el que asistirá Alemania, Italia y España.

Algunas prioridades parecen claras. Berlín y París están dispuestos a avanzar hacia una política común de la Defensa con capacidades integradas. Cuentan con el apoyo de España e Italia, en un momento en el que EE UU amenaza con dejar al club comunitario a la intemperie y la llegada de la Administración Trump puede desbaratar el equilibrio de las relaciones exteriores durante los últimos 70 años. Resulta mucho más difícil calibrar cómo reaccionarán los países del Este, reticentes a debilitar el papel de la OTAN, a la que perciben como el único dique de contención posible del actual expansionismo ruso y la influencia que seguirá ejerciendo Reino Unido aunque sea ya fuera del club europeo.

Con la crisis de deuda dando sus últimos coletazos con el eterno interrogante del futuro de Grecia, los 19 países pertenecientes a la moneda única se siguen enfrentando a la posibilidad de una mayor integración económica que pueda cristalizar en un Tesoro Único Europeo o un presupuesto independiente de la zona euro que pueda poner en marcha mecanismos de solidaridad ante severas crisis económicas.

Disparos en un discurso de Hollande

Un disparo supuestamente accidental provocado por un francotirador que vigilaba un acto en el que ayer participaba el presidente de Francia, François Hollande, causó dos heridos leves. El suceso, que no forzó la evacuación del jefe del Estado, se produjo en Villognon, cerca de Angulema, donde se inauguraba un tramo del tren de alta velocidad, y provocó la apertura de una investigación de la Fiscalía francesa. Al parecer, el arma se disparó de forma accidental, y alcanzó en la pierna a otro agente y a un trabajador ferroviario.