Brexit

Bruselas prepara un «plan B» por si descarrila el Brexit

Londres se niega a revelar qué cantidad está dispuesto a pagar por la «factura» financiera.

La canciller alemana Angela Merkel se reunió ayer con Verdes y Liberales para tratar de cerrar una inédita coalición de Gobierno tras las elecciones federales de septiembre
La canciller alemana Angela Merkel se reunió ayer con Verdes y Liberales para tratar de cerrar una inédita coalición de Gobierno tras las elecciones federales de septiembrelarazon

Londres se niega a revelar qué cantidad está dispuesto a pagar por la «factura» financiera.

La Unión Europea (UE) trabaja para evitar a toda costa verse superada por los acontecimientos, como ocurrió en mayo del año pasado con el Brexit y la victoria de Donald Trump. Por eso, la Secretaría General de la Comisión Europea ultima un plan de contingencia por si fracasan las negociaciones entre Bruselas y Londres. La división interna del Gobierno en minoría de Theresa May y la falta de concreción de Londres sobre su estrategia en la mesa de negociación hacen temer a Bruselas una abrupta salida británica de la UE sin acuerdo alguno.

El propio negociador jefe comunitario, Michel Barnier, reconoce que la Comisión ultima un «plan B» para paliar las consecuencias de un eventual portazo de Londres. En declaraciones ayer al semanario «Le Journal Du Dimanche», Barnier admite que «no es mi opción preferida, pero es una posibilidad. Todo el mundo tiene que planificarlo, tanto los Estados como las empresas. Nosotros también estamos haciendo preparativos técnicos para ello». «El 29 de marzo de 2019, Reino Unido será un país tercero», insistió el político francés.

Tras los escasos avances en la sexta ronda negociadora concluida la pasada semana, el negociador comunitario impuso al Gobierno británico un ultimátum de dos semanas para que éste muestre un «progreso sincero y real». sobre los tres aspectos fundamentales (ciudadanos, frontera de Irlanda y factura financiera). Aunque reconoció que se han logrado progresos, todavía no se puede dar por hecho un acuerdo, por lo que Barnier no descartó que se posponga el plazo. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete aceptaron en la Cumbre de Bruselas del 19 y 20 de octubre dar luz verde en el Consejo del 14 y 15 de diciembre a la negociación sobre el futuro estatus de Reino Unido siempre que existan avances en los asuntos clave.

El malestar europeo se centra sobre todo en la falta de concreción de la cantidad que Londres está dispuesto a pagar por mor de los compromisos financieros ya suscritos. En sus documentos de trabajo, el Gobierno británico se niega a desvelar una cifra aduciendo que sería revelar su estrategia negociadora. La UE exige entre 60.000 y 100.000 millones de euros quedan lejos de los 20.000-40.000 que, según la Prensa, Londres estaría dispuesto a pagar.

En este sentido, el ministro para el Brexit, David Davis, aseguró ayer en Sky News que «en toda negociación cada parte intenta controlar el calendario». «[los contribuyentes británicos] no quieren que ofrezcamos miles de millones de libras. Por eso hemos sido muy cuidadosos y nos tomaremos tiempo para dar la respuesta correcta», zanjó Davis.