Política

Estrasburgo

Cameron trabajará con Merkel para «reforzar» las normas de inmigración

La Razón
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El primer ministro británico, David Cameron, afirmó hoy que trabajará junto con la canciller alemana, Angela Merkel, y otros líderes europeos, para «reforzar» las normas comunitarias que regulan la inmigración.

«Dialogué personalmente con Angela Merkel la pasada semana y vamos a trabajar con ella, con el primer ministro sueco (Fredrik Reinfeldt) y con el primer ministro holandés (Mark Rutte) sobre cómo podemos reforzar ese área, porque vale la pena trabajar en ello», señaló Cameron a la emisora BBC Radio Derby.

El jefe del Gobierno británico sostuvo que está de acuerdo con «la libre circulación para venir aquí y encontrar un empleo», pero no con «la libre circulación para venir a reclamar ayudas».

Ayer, el Gobierno alemán anunció que limitará el acceso de los inmigrantes europeos a las prestaciones sociales y restringirá los permisos de residencia en el país mientras se busca empleo para evitar el fraude.

La coalición de Gobierno que dirige Merkel quiere endurecer las condiciones para acceder a determinadas prestaciones, como las que se cobran por los hijos a cargo, para evitar que los inmigrantes, que pueden recibir ayudas por los niños que mantienen fuera de alemania, perciban subvenciones dobles.

Cameron puso sobre la mesa su postura sobre la inmigración semanas antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 22 mayo, una cita en la que el Partido Conservador británico se enfrenta al posible auge del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), una formación antieuropeista que centra su discurso en las medidas contra la inmigración.

El UKIP obtuvo el 16,5 por ciento de los votos en el Reino Unido en las europeas de 2009 y es la segunda formación británica con mayor representación en Estrasburgo después de los conservadores.

En un debate con el viceprimer ministro y líder liberaldemócrata Nick Clegg, el líder del UKIP, Nigel Farage, criticó ayer que la Unión Europea (UE) «ha abierto las fronteras de manera incondicional a 485 millones de personas, muchas de ellas de países pobres».