Carlos Oteyza: «Venezuela vive un autoritarismo militarista que ya no se sostiene»

El petróleo como bendición y maldición. En esta dualidad se ha movido la historia de Venezuela en los últimos cien años y así trata de explicarlo el cineasta Carlos Oteyza (1949, Caracas) en “El reventón”, tres documentales imprescindibles para entender la historia económica de este país caribeño, que ahora se podrán ver en España en un ciclo de cine en la Casa de América que comienza mañana martes con la proyección de la primera y segunda parte, “Los inicios de la producción petrolera (1883-1943)” y “Hacia la nacionalización petrolera (1944-1976)”.

“El petróleo nos echó a perder, pero nos dio todas las posibilidades también. Esa relación de amor y odio siempre ha existido”, explica Oteyza en una entrevista telefónica con LA RAZÓN. “Venezuela era un país muy pobre antes del petróleo, un país infectado de paludismo, tuberculosis y otras enfermedades. El petróleo le dio la modernidad a Venezuela, el país se industrializó, se construyó la infraestructura vial y se mejoró la educación y la sanidad. Todo ello permitió la llegada de miles de europeos en los años cincuenta y de latinoamericanos que huían de las dictaduras. Creo que hay que desmontar la premisa de que el petróleo jodió al país, en todo caso el petróleo dio la modernidad a Venezuela”.

La trilogía está realizada con abundante material fotográfico histórico y un guión muy directo y revelador. El director quería que todos los venezolanos se acercaran a una historia poco conocida en su país, por extraño que parezca, y que su gente pudiera comprender cómo Venezuela ha llegado al punto en el que se encuentra hoy día, sumida en “la peor crisis política y social de su historia”. Oteyza señala que esta es otra de las paradojas del petróleo: “Los venezolanos viven de la renta petrolera, pero desconocen cómo se gestiona la industria y la urgencia que tenemos de salir de esta dependencia”.

Un país subsidiado

El documental pone de manifiesto el crecimiento y la profesionalización de la industria petrolera venezolana, que culminó con la Ley de Nacionalización de los recursos energéticos. “En los cincuenta, sesenta y setenta Venezuela se industrializó, pero este proceso no resistió la apertura de los mercados a nivel mundial, que vino a partir de los ochenta y noventa. Hasta entonces estábamos acostumbrados a que el Estado financiara y subsidiara a las empresas”, explica Oteyza, autor de otros documentales de carácter histórico como “Tiempos de dictadura. Tiempos de Marcos Pérez Jiménez” y “CAP 2 Intentos”, sobre el presidente Carlos Andrés Pérez.

Oteyza cree que el error fue no cambiar el modelo de extremada dependencia en un solo producto, y recuerda que “la crisis que estamos viviendo hoy en día está ligada al uso de la renta petrolera venezolana, al monocultivo, a que no supimos diversificar la economía en los años ochenta y noventa. La gente no estuvo a la altura y se generó una crisis que permitió que llegase al poder un hombre que prometía solventar los problemas del país. Pero este hombre transformó el país en la peor crisis política y social de nuestra historia”.

El cineasta asegura que Venezuela se “emborrachó” en la época del “boom” petrolero en los sesenta y setenta y recuerda que la ahora desacreditada PVSA, la empresa estatal de petróleo, fue “una de las compañías más importantes del mundo en su sector, porque se hizo bien”. Luego, añade, “vino la década perdida en los ochenta, cuando se acabaron los precios altos”.

Hoy Venezuela ha profundizado su dependencia en la renta petrolera con respecto a 1999, cuando llegó Hugo Chávez al poder. “Se ha desmoronado buena parte del sector privado, tanto del campo como de la industria, por la estatización. Vivimos en la paradoja de ser un país petrolero y pobre a la vez, aunque la gran mayoría de los países petroleros son pobres. Vivir de un solo producto genera una sociedad que vive del Gobierno, que no paga impuestos y que no reclama”.

En los años del chavismo, PDVSA se ha convertido en “una repartidora de bolsas de comida”, lamenta el director venezolano, quien critica que actualmente la empresa emplea a casi 150.000 trabajadores, es más ineficiente y nada meritocrática, como sí lo era hace veinte años, cuando producía más de tres millones de barriles de petróleo con 40.000 empleados.

Está por escribir y elaborar la cuarta película documental dedicada a estudiar la historia del petróleo desde 1999, cuando Hugo Chávez llegó al poder: “El último gobierno ideologizó el petróleo, generó la expectativa de que con el socialismo se podía vivir. No trabajamos, vivimos de las rentas y repartimos. Así es como Venezuela ha caído en su peor crisis política y social”. Oteyza asegura que hasta cinco años “en Venezuela no se ha evidenciado lo mortífero que puede ser una economía petrolera porque el precio del petróleo estaba muy alto”.

Sobre la situación política de su país, cree que el gobierno está en un callejón sin salida y que “las próximas elecciones las va a perder de calle” porque Venezuela está sufriendo “su peor crisis económica en la historia”. Asimismo, lamenta que el chavismo haya conducido al país hacia “un autoritarismo militarista que ya no se sostiene y que ha pisado las instituciones democráticas”.

La Casa de América proyectará “El Reventón 3. La industria petrolera en manos venezolanas (1976-1999)” el día 24 de enero.