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Turquía atribuye al Estado Islámico el atentado, pero bombardea a los kurdos

El Gobierno turco sigue la pista de un hermano de los terroristas de Suruç vinculado al EI como uno de los autores del doble ataque

El atentado de Ankara fue obra de dos suicidas y que el Estado Islámico es sospechoso
El atentado de Ankara fue obra de dos suicidas y que el Estado Islámico es sospechosolarazon

El Gobierno turco aseguró ayer que todas las pistas del atentado de Ankara apuntan al Estado Islámico. Así lo confirmó el primer ministro, Ahmet Davutoglu, que insistió en que el grupo yihadista es el principal sospechoso de la mayor masacre terrorista de Turquía, que dejó un centenar de muertos. «Investigamos al EI de forma prioritaria. Nos hemos acercado mucho a un nombre. Este nombre indica una organización», dijo Davutoglu a la cadena turca NTV. Davutoglu agregó que en los días anteriores al atentado de Ankara, se había detenido a dos potenciales atacantes suicidas, uno en Estambul y otro en Ankara, pero no aclaró a qué tipo de organización pertenecían. «Hacemos seguimiento al EI, al DHKP/C [un grupúsculo marxista] y al PKK [la guerrilla kurda]. Tenemos a estas tres organizaciones en el foco como potenciales culpables», indicó Davutoglu, al describir las líneas maestras de la lucha antiterrorista del Gobierno.

La gran variedad de posibles autores –yihadistas, radicales marxistas y facciones armadas kurdas– muestra las profundas fisuras en la sociedad turca. Está en juego la estabilidad de un país de la OTAN que Occidente ve como un baluarte contra la convulsión de Oriente Medio. Donde sí han avanzado las investigaciones es en determinar el «modus operandi» del atentado. Según explicó el primer ministro turco al jefe de la oposición, el doble ataque fue perpetrado por dos suicidas que se hicieron estallar entre la muchedumbre congregada el sábado para iniciar una marcha por la paz en Ankara. El explosivo usado en el ataque fue del mismo tipo que el del atentado ocurrido en Suruç, el 20 de julio pasado, en el que murieron 33 activistas de la izquierda prokurda.

En aquella ocasión, un joven ciudadano turco, que había pasado por los campos de entrenamiento del Estado Islámico en Siria, se hizo estallar con una carga de TNT reforzada con bolas de acero para aumentar el efecto mortífero, exactamente igual que en Ankara, declaró una fuente policial a la cadena CNNTürk.

La oposición laica y prokurda sigue responsabilizando al Gobierno de la tragedia y ayer convocó una huelga de dos días. La ciudadanía turca, fuertemente impactada por la masacre de Ankara, se echó a las calles para expresar su malestar, no sólo en Estambul y la capital sino también en otras ciudades como Esmirna. Las protestas fueron fuertemente reprimidas en la mezquita de Umraniye, en un barrio obrero de Estambul. La Policía antidisturbios usó cañones de agua para reprimir a los manifestantes y activistas laicos denunciaron que cualquier reunión de la izquierda sufre más vigilancia y acoso que las actividades de abierta captación de yihadistas. Tampoco sentó bien a la oposición la insistencia de Davutoglu en dedicar los tres días de luto nacional, no sólo a los fallecidos en la masacre sino a todas las víctimas del terrorismo, incluidos los soldados y policías caídos en el combate contra la guerrilla kurda.

El discurso oficial está dirigido a buscar un contrapeso a la tragedia en una manifestación de la izquierda apelando al voto nacionalista tres semanas antes de las elecciones. Algunos incluso acusan a Erdogan y al AKP de fomentar la crispación en su beneficio. La tragedia tampoco ha servido para calmar el conflicto con la guerrilla kurda, el PKK, que ofreció suspender toda actividad armada para no interferir en las elección. Un alto el fuego que Erdogan ha ignorado, ya que el domingo bombardeó posiciones del PKK en el norte de Irak.