Cuba

Cuba abre el proceso para el relevo de Raúl Castro

Las elecciones municipales impiden competir a candidatos opositores.

Funcionarios cubanos cantan el himno nacional antes de la apertura de las urnas durante la jornada electoral de ayer, en La Habana
Funcionarios cubanos cantan el himno nacional antes de la apertura de las urnas durante la jornada electoral de ayer, en La Habanalarazon

Las elecciones municipales impiden competir a candidatos opositores.

El sábado se cumplió el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro y ayer los cubanos eligieron a sus autoridades municipales en unos comicios sin candidatos opositores que conducirán a la elección del sustituto de Raúl Castro en 2018, lo que marcará el primer relevo generacional en casi seis décadas. Sin embargo, nada indica que Raúl dejará la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC, único), principal cargo político del país, antes de su próximo Congreso en 2021. Tendrá para entonces 90 años. Esta situación le permitiría seguir manejando los hilos del poder desde la sombra.

En este contexto, más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años (en una población de 11,2 millones) estaban convocados a elegir por voto directo y secreto a 12.515 concejales entre unos 30.000 candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales, ninguno de ellos miembro de la oposición. Fue precisamente Fidel Castro quien puso en vigor en el año 1976 este singular sistema político-electoral de Poder Popular, que La Habana defiende como «el más democrático y transparente» y la oposición tilda de «farsa».

No habrá por tanto sorpresas en las elecciones municipales, pero no dejan de ser simbólicas por cuanto suponen ese primer paso del proceso que debe terminar en febrero, con la nueva asamblea nacional que elegir al sustituto de Raúl Castro, de 86 años y reelegido en 2013 para su último mandato de cinco años.

El mecanismo electoral de Cuba, diseñado para perpetuar el sistema socialista instaurado en 1959, establece elecciones cada dos años y medio para delegados municipales (concejales), y cada cinco para delegados provinciales (alcaldes) y diputados al Parlamento. Los concejales electos formarán los gobiernos municipales y propondrán de entre ellos al 50% de los candidatos a las asambleas provinciales y al Parlamento, que elige al Consejo de Estado y a su presidente. El otro 50% es propuesto por seis organizaciones sociales cercanas al Gobierno. El partido no postula, pero supervisa el proceso, sin dar tregua a la disidencia. El voto no es obligatorio, pero constituye un acto de «reafirmación revolucionaria» y el abstencionismo es mal visto políticamente.

Todos los pronósticos apuntan como sucesor al actual primer vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años que en tres décadas fue trepando gradualmente por los escalones del poder, de la mano de Raúl. Díaz-Canel apostó ayer por la «continuidad» del socialismo y la revolución. «Yo no concibo las rupturas en nuestro país, creo que ante todo tiene que haber continuidad. Hay muchas personas muy jóvenes propuestas como delegados (concejales)», dijo. Preguntado por la posibilidad de que sea en unos meses el próximo dirigente del país, Díaz-Canel eludió pronunciarse, pero apuntó que en el futuro «habrá presidentes en Cuba siempre defendiendo la Revolución y serán compañeros que saldrán del pueblo, los elegirá el pueblo».

Sobre las tensiones con Estados Unidos, que impuso recientemente nuevas sanciones económicas a la isla, Díaz-Canel señaló que Cuba sigue abierta a mantener relaciones con ese país, pero «sin condicionamientos» y basadas en la «bilateralidad, la igualdad, el respeto y la cooperación». «Ese futuro (en la relación Cuba-EE UU) no depende de nosotros, depende de ellos, de la actitud que ellos asuman», indicó.