Venezuela

El chavismo desguaza la petrolera estatal ante la crisis económica

El Gobierno ofrece participaciones de PDVSA a través de empresas mixtas que escapan al control de la oposición

Estación de servicio de PDVSA, en Caracas
Estación de servicio de PDVSA, en Caracaslarazon

La verdadera “guerra” no se libra en las calles, tampoco en los ruedos políticos. La madre de todas las batallas es la estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA) hipotecada para que el gobierno de Nicolás Maduro tenga “cash”, pueda seguir endeudándose y de paso sus funcionarios, llenando sus bolsillos.

La jugada no es nueva, es un país cuyas exportaciones dependen al 70% del petróleo la Estatal siempre ha sido “la gallina de los huevos de oro negro”. Cuando los precios del barril superaron los 100 dólares, durante la primera década del 2000, la compañía se convirtió en la maquinaria que alimentaba “la bestia chavista”.

El fallecido Hugo Chávez vio sus arcas crecer, con unas reservas cargadas de petrodólares y lingotes de oro con los que financiaba sus programas sociales y compraba “alianzas” en el exterior. Incluso adquiría deuda de países como Argentina, cuando nadie le prestaba. El comandante siempre mantuvo un discurso desafiante con el Imperio pero nunca dejó de negociar con él y de pagar su facturas. Es una de las claves que le mantuvo en pie.

Al final de su mandato la situación empezó a decaer, y “la bomba de tiempo” le estalló en la cara a Maduro, quien se encargó de dilapidar lo poco que quedaba de la fortuna chavista. De hecho múltiples analistas apuntan a que fueron sus más allegados los que mantuvieron “el cuerpo caliente”, meses después de su muerte, firmando falsos decretos en su nombre, los cuales les permitieron terminar de saquear las reservas.

Con un país a la deriva, nadie quería prestar dinero a Venezuela, así que el gobierno empezó a desguazar PDVSA, sin embargo tenía “una piedra en el zapato”: La Asamblea Nacional. Es entonces cuando movió ficha, no sin antes cubrirse con una “cortina de humo”.

A finales de marzo el Supremo absorbió los poderes de la Asamblea; Una de las pocas atribuciones que todavía tenían los diputados era la aprobación de empresas Mixtas. Ya en ese momento el líder opositor Henrique Capriles, apuntaba: “Con esta decisión Maduro quiere endeudarse sin el control de la Asamblea”. Así que como apunta a LA RAZÓN la asesora legal de Voluntad Popular, Ana Lorenzo Acosta, 24 horas después sorpresivamente, el presidente ordenaba al Tribunal dar marcha atrás pero con una salvedad: Aunque los diputados recuperaban sus fueros, la creación de empresas quedaba enteramente en manos del Estado.

“La sentencia 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, del 31 de marzo, da facultad al Ejecutivo para constituir empresas petroleras mixtas y modificarlas sin necesidad de pasar por el Parlamento, en una nueva demostración de la urgencia de liquidez que tiene el gobierno central” dice la abogada.

Esto explicaría las “extraños” idas y vueltas del gobierno, otorgando y devolviendo poderes. Pero no todos, el más preciado se lo quedaban ellos derivando la atención sobre la habilitación de los diputados.

Economistas recuerdan que PDVSA ha estado intentando hacer nuevas operaciones en las empresas mixtas, para obtener recursos y honrar sus compromisos, pero no ha contado con el aval de la Asamblea Nacional, que ha denunciado la desviación de los recursos de la empresa.

Recientemente se pudo conocer que la estatal ofreció a la petrolera rusa Rosneft 10% de las acciones en la empresa mixta Petropiar, integrada por un campo de crudo extrapesado y un mejorador con capacidad de 210.000 barriles por día, en la que PDVSA tiene 70% de participación y Chevron, el resto.

Los especialistas dicen que una de las cosas que más preocupa es que el gobierno, en su intención de obtener divisas rápidamente venda acciones de las empresas a precios muy por debajo de su valor real, o que en las operaciones se comprometa aún más a Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos, que ya ha sido usada como garantía.

Ayer la estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA) canceló 2.557 millones de dólares en capital de sus bonos, frenando las dudas sobre el cumplimiento de pago de deuda acrecentadas por la caída de los ingresos de la nación petrolera.

Las autoridades venezolanas, que han rechazado con insistencia las versiones sobre la posibilidad de un cese de pagos, sostienen que el país caribeño cumplirá totalmente con sus compromisos internacionales. Venezuela tiene pendiente para el 2017 una deuda de más de 3.000 millones de dólares que deberán ser abonados hacia el último trimestre del año. La respuesta al cómo ya la tienen.