La amenaza yihadista

El EI dinamita la joya arqueológica de la ciudad de Palmira

Antes de ejecutarlos, los hombres son puestos frente a la cámara como medida propagandística
Antes de ejecutarlos, los hombres son puestos frente a la cámara como medida propagandísticalarazon

Los yihadistas cumplen sus amenazas y queman vivos a 4 soldados chiíes iraquíes.

La histórica ciudad de Palmira es una presa demasiado valiosa para el Estado Islámico como para despedazarla de una vez. La destrucción de Palmira comenzó hace tres semanas con el asesinato del reputado arqueólogo y protector de la antigua Tadmur, Jaled Asaad, de 81 años, siguió volando por los aires el templo de Baal Shamin la semana pasada y este domingo los yihadistas dinamitaron parcialmente el templo de Bel, la segunda joya histórica de este sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reconoció ayer que desconoce con exactitud en qué medida ha sido dañado este santuario romano, construido en el año 32 d. C. Por su parte, Maamoun Abdulkarim, director general de Antigüedades y Museos en Siria, señaló que la mayor parte del templo dedicado al dios semítico Bel se mantiene en pie. Abdulkarim aseguró que «sin duda» hubo una gran explosión cerca del templo, pero que no ha podido confirmar los daños. Testigos del lugar describieron que se escuchó una explosión masiva, pero que no pudieron acercarse al sitio arqueológico. El templo de Bel es considerado uno de los edificios religiosos más importantes del primer siglo. El santuario consta de una capilla central dentro de un patio de columnas con una gran pórtico de entrada, y está emplazado en un complejo con otras ruinas, incluidos un anfiteatro y algunas tumbas. Muchos sitios arqueológicos han sido arrasados desde que comenzó la guerra en Siria hace cinco años. La organización Unesco ha calificado la situación en el país árabe de «emergencia cultural». «Tanto el régimen, los opositores, los kurdos y el EI son responsables de lo que está ocurriendo en Siria», denunció a LA RAZÓN el arqueólogo sirio Mustafa Ahmad. «Nuestro patrimonio está siendo sistemáticamente destruido por estar en medio del fuego cruzado o por las campañas de idolatría antiislámicas del EI. O por ser objeto de vandalismo, saqueos y excavaciones secretas», lamentó Ahmad. «Hay muchos sitios arqueológicos que se están usando para cavar trincheras. ¡Es un desastre!», advirtió.

La aviación siria ha destruido monumentos históricos emblemáticos como Crac de los Caballeros, en Idlib, la Gran Mezquita y el mercado cubierto de Alepo. Según la web de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria (DGAM), un total de 758 sitios arqueológicos y monumentos han sido dañados. «Cómo vamos a reconstruir un país devastado por la guerra si también perdemos nuestra herencia cultural» declaró el arqueólogo. El salvajismo con el que actúa el grupo terrorista no tiene límites. Ayer, difundieron un vídeo propagandístico en las redes sociales en el que muestran cómo queman vivos a cuatro miembros de la milicia chií progubernamental iraquí «Multitud Popular». La grabación, de cinco minutos y medio de duración, comienza con un extracto del discurso de Abdelmahdi al Kerbalai, uno de los portavoces de la máxima autoridad religiosa chií en Irak, Ali al Sistani, en el que ofrece su apoyo a las milicias de la «Multitud Popular». Después se muestran unas serie de imágenes en las que supuestamente los milicianos chiíes queman vivos a los presuntos civiles suníes.