Corea del Sur

El escándalo de la «Rasputina» arrolla al heredero de Samsung

Detenido Lee Jae Yon por un soborno de 34 millones a cambio de la luz verde a una fusión

Lee Jae Yon, tras declarar ayer
Lee Jae Yon, tras declarar ayerlarazon

Detenido Lee Jae Yon por un soborno de 34 millones a cambio de la luz verde a una fusión

El recién estrenado 2017 no ha cambiado la suerte del gigante surcoreano Samsung. Si en 2016 tuvo que retirar del mercado el incendiario modelo Galaxy Note 7, ayer la Fiscalía ordenaba la detención de su presidente de facto, Lee Jae Yon, por su presunta vinculación con el mayor escándalo político vivido en el país en décadas y que condujo a la destitución de la presidenta Park Geun Hye. El destinado a dirigir el futuro de la firma desde que su padre sufriera un infarto en 2014 está acusado de entregar 43.000 millones de wones (unos 34 millones de euros) en «sobornos» a Choi Soon Sil, la amiga y asesora de la líder surcoreana, bautizada «Rasputina», a cambio del apoyo del Gobierno en una controvertida fusión de dos de las filiales de la compañía. Una operación que en ese momento supuso para Lee hacerse con el total control de Samsung Electronics, la joya del grupo del que es vicepresidente.

Según explicó el portavoz del consejo especial, Lee Kyu Chu, esos hechos se materializaron cuando la compañía firmó un contrato por valor de 22.000 millones de wones (unos 17 millones de euros) con una firma establecida en Alemania propiedad de la «Rasputina», así como con la donación de miles de millones de wones que, según los fiscales, sirvieron para pagarle los cursos de equitación a su hija, Chung Yoo Ra. El conglomerado empresarial, que ha reconocido haber realizado una contribución a las dos fundaciones, negó que estuvieran relacionadas con la fusión. No obstante, los investigadores están indagando si la ex presidenta Park está involucrada en el proceso, ya que, poco después del acuerdo de fusión en 2015, ésta se reunió en privado con Lee. Según la Fiscalía, tanto Choi como otros asesores presidenciales extorsionaron a las principales firmas del país, de las que recibieron más de 70 millones de dólares en donaciones para su lucro personal. El escándalo de la «Rasputina» ha conmocionado a la nación asiática por las corruptelas derivadas de su cercanía con la ex jefa de Estado y la insólita influencia que mantenía sobre ella. Ahora queda por ver si el Tribunal Constitucional ratifica o desestima la decisión del Parlamento sobre Park. Mientras tanto, Choi declaró ayer ante el mismo Tribunal y negaba haber obtenido «beneficio o privilegio» de su amistad con Park.

El viernes, la tercera persona más rica de Corea del Sur fue interrogada durante 22 horas en calidad de sospechoso y, según la Fiscalía, reconoció que Park había presionado a su empresa para que donara cantidades millonarias a las fundaciones vinculadas con Choi. Antes de entrar en la sala, se dirigió a los periodistas y con una reverencia pidió perdón. «Me disculpo ante la gente», afirmó. Junto con él, otros dos altos ejecutivos de la compañía están siendo examinados. Su detención no ha cogido por sorpresa a los expertos. Para ellos, el procesamiento de Moon Hyung Pyo, presidente del Servicio Nacional de Pensiones y quien forzó el voto a favor de su entidad para permitir la unión de ambas compañías, había sido el preludio de lo que quedaba por venir. Samsung es la empresa más poderosa del país y su actividad empresarial constituye una quinta parte del PIB.