Patrimonio de la Humanidad

El Estado Islámico acrecienta su guerra cultural en Palmira

Dinamita el templo de Baal en el complejo arqueológico sirio

El Estado Islámico acrecienta su guerra cultural en Palmira
El Estado Islámico acrecienta su guerra cultural en Palmiralarazon

Es demasiado tarde para Palmira. Los yihadistas han cumplido sus amenazas y han hecho saltar por los aires el templo de Baal, uno de los mejor conservados de este complejo arqueológico grecorromano que data del siglo I a.C. Esta joya arqueológica que había sobrevivido a cientos de invasiones ha sido borrada para siempre. El director general de Antigüedades y Museos de Siria, Maamún Abdelkarim, confirmó ayer que el Estado Islámico (EI) empleó «una gran cantidad de explosivos» para dinamitar el templo de Baal. Según Abdelkarim, «la cella (parte interior del templo) ha sido destruida y las columnas de alrededor se han venido abajo». Basándose en fuentes locales, cuenta que se escuchó una «gran explosión» y vieron elevarse nubes de arena y partes de las ruinas grecorromanas, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El director de Antigüedades señaló también que el grupo yihadista ha iniciado excavaciones para intentar encontrar oro y otros tesoros en la ciudad. «Estoy viendo cómo se destruye Palmira ante mis ojos. Que Dios nos ayude en los días venideros», lamentó Abdelkarim.

La confirmación de las autoridades sirias llega después de que el domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos desvelara que los terroristas habían volado el templo de Baal hace casi un mes, según las informaciones de habitantes que lograron huir de la localidad. Lejos del baile de fechas, la destrucción de uno de los templos más visitados de la arqueológica ciudad de Palmira es una catástrofe cultural. Desde la agencia de la Unesco, su directora, Irina Bokoba, condenó enérgicamente la destrucción del templo de Baal, y confió en que los responsables respondan ante la Justicia por ese «crimen de guerra». Una semana después del asesinato del arqueólogo Jaled al Asad, que había dedicado cuatro décadas a cuidar a las ruinas de Palmira, esta destrucción es «una inmensa pérdida para el pueblo sirio y para la humanidad», agregó la directora general.

«Los yihadistas se han propuesto pulverizar las ruinas de Palmira», advirtió a LA RAZÓN el arqueólogo sirio Mustafa Ahmad.