Bagdad

El Estado Islámico reconoce la muerte de su «número dos»

El secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, anunció a finales de marzo que creían haber matado a Al Anbari

Imagen de Ahmed Abu Ali al Anbari.
Imagen de Ahmed Abu Ali al Anbari.larazon

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reconoció la muerte de su “número dos”, al que identifican como el jeque Ahmed Abu Ali al Anbari, con el lanzamiento de varios ataques enmarcados en una operación que lleva su nombre.

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reconoció la muerte de su “número dos”, al que identifican como el jeque Ahmed Abu Ali al Anbari, con el lanzamiento de varios ataques enmarcados en una operación que lleva su nombre.

Los yihadistas han denominado en varios comunicados, uno de ellos difundido hoy, esa campaña como “Operación del jeque Ahmed Abu Ali al Anbari, que Alá lo acoja”, en alusión a su fallecimiento, ya anunciado por Estados Unidos a finales de marzo.

Los ataques reivindicados por el EI en el marco de esta ofensiva fueron perpetrados en Irak, uno de ellos en la zona de mayoría chií de Al Nahrauan, en las afueras de Bagdad, donde fallecieron 24 personas.

El doble atentado de hoy en la ciudad meridional de Samaua, que causó al menos 22 muertos, también fue asumido por el grupo terrorista haciendo referencia a Al Anbari.

El secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, anunció a finales de marzo que creían haber matado a Al Anbari, cuyo nombre real es Abd al Rahman Mustafa al Qaduli y era considerado también el “ministro de Finanzas” del EI.

Carter aseguró que la eliminación de Al Qaduli dañaba la capacidad del EI “para pagar a los combatientes y para reclutar”, así como “para llevar a cabo operaciones tanto dentro como fuera de Irak y Siria”.

Oficialmente no trascendieron detalles de la operación que acabó con el “número dos” del EI, pero según filtraciones de funcionarios del Pentágono habría tenido lugar en Siria y habría sido ejecutada por fuerzas especiales en una redada.

Al Qaduli era uno de los cuatro líderes “clave” del Estado Islámico para Estados Unidos, que ofrecía hasta 7 millones de dólares (6,1 millones de euros) por información relacionada con él.