Corea del Norte

El factor nuclear

La Razón
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¿La muerte de Otto Warmbier derivará en una mayor agresividad de EE UU hacia Corea del Norte?

–La Administración Trump incrementará la dureza de sus críticas contra Corea del Norte. No está clara aún la causa de la muerte de Warmbier, pero Pyongyang no podrá librarse de la culpa. Otro aspecto a considerar son las nuevas tensiones entre EE UU y Corea del Sur. Hay una reunión programada entre los presidentes Moon Jae In y Donald Trump para este mes, y ya hay bastantes cuestiones en las que no están de acuerdo, como es el tratado de libre comercio entre Seúl y Washington y el futuro del sistema norteamericano «THAAD» para derribar misiles, estacionado en suelo de Corea del Sur. En cuanto a Corea del Norte, el recién elegido Moon quiere retomar el diálogo con su vecino del norte cuando las condiciones sean propicias, mientras que Trump cada vez se opone más a esta opción.

¿Hace la amenaza nuclear de Corea del Norte casi imposible una intervención militar por parte de EE UU?

–No es sólo el arsenal nuclear el que frena a EE UU a la hora de tomar acciones militares. Seúl se encuentra bajo el alcance de las armas convencionales norcoreanas, lo cual la hace muy vulnerable. Si Corea del Norte consigue desarrollar misiles balísticos intercontinentales que pudiesen alcanzar Norteamérica, reforzaría mucho su posición. Pero incluso con lo que tiene hoy Pyongyang puede atacar a Corea del Sur y Japón, ambos aliados americanos, y probablemente también a Hawái.

¿Mantener el status quo es un sacrificio necesario para evitar una guerra nuclear?

–No hay nada peor que una guerra nuclear. Pero eso no significa que haya que quedarse satisfechos con el status quo. Ya hemos pasado el punto en el que se le pueda pedir a Pyongyang la desnuclearización como condición para reanudar el diálogo. Pero hace falta disuadirles de seguir desarrollando misiles balísticos intercontinentales.