Extrema derecha

Alemania, ¿el final de la Gran Coalición?

Pese a ser una garantía de estabilidad, ni conservadores ni socialdemócratas desean repetir una alianza que favorece el crecimiento de la ultraderechista Alternativa para Alemania.

Alemania, ¿el final de la Gran Coalición?
Alemania, ¿el final de la Gran Coalición?larazon

Pese a ser una garantía de estabilidad, ni conservadores ni socialdemócratas desean repetir una alianza que favorece el crecimiento de la ultraderechista Alternativa para Alemania.

Muchos simpatizantes del Partido Socialdemócrata (SPD) achacan su estrepitosa caída en los sondeos a la coalición con la formación de Angela Merkel. La canciller, con su precavido discurso, ha sabido hacer suyos casi todos los éxitos de su Gobierno y, por tanto, no sólo relegar a un incómodo segundo puesto a su aliado, sino hacer creer a los votantes que no hay diferencias entre ellos y los socialdemócratas. Una lectura que, a seis días de las elecciones federales, socava aún más la brecha existente entre las dos principales formaciones y que, aunque no perjudicará en gran medida a los resultados, sí abre la posibilidad a nuevas coaliciones.

Un escenario que desde ayer cobra más fuerza a tenor de los últimos sondeos en los que, con un 22% de los votos, empuja al SPD a su peor dato desde que el ex presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz se hiciera con las riendas de la formación el pasado mes de enero. En plena cuenta atrás para la cita con las urnas, todas las encuestas siguen arrojando un triunfo de la Unión Cristianodemócrata (CDU), que lograría encadenar su cuarto mandato consecutivo. La publicada ayer por el periódico «Bild» estima que la formación conservadora contaría con un respaldo del 36% de los electores (un punto menos que hace una semana). Por su parte, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sube dos puntos hasta el 11%, superando como tercera fuerza política en el Parlamento a La Izquierda (Die Linke), que se queda con un 10%; al Partido liberal (FDP) con un 9%, y a Los Verdes, que se anotan un 8%.

Con estos datos, buena parte de Alemania se pregunta: ¿quién gobernará con quién? Para algunos analistas, repetir la gran coalición sería la opción más estable para el país, aunque para Schulz supondría un rotundo fracaso, tal y como ha dejado claro durante la campaña. Los socialdemócratas dan por hecho que reeditar esta fórmula les debilitaría aún más como partido y de ahí que su líder, por lo que pueda pasar a partir del domingo, ya dejó claro este pasado fin de semana que someterá a votación de las bases un posible nuevo acuerdo con el partido de la canciller.

Otras voces van todavía más allá y alertan de que otra Gran Coalición (la cuarta bajo el liderazgo de Merkel) podría bloquear el sistema político alemán o incluso dar más alas a la extrema derecha, como atestigua un estudio que arroja que el 58% de los alemanes ve a la canciller como la responsable del auge de los populismos. Para Merkel, una forma de escapar de esa creencia y sobre todo de apuntalar ese dilema sería una alianza con los liberales del FDP, su socio natural y aliado en su segunda legislatura (2009-2013), o incluso firmar una unión entre conservadores, liberales y verdes, lo que en Alemania se conoce como «coalición Jamaica», ya que los colores de los tres partidos (negro, amarillo y verde) coinciden con la bandera del país caribeño. Un tripartito que nunca se ha dado a nivel federal, pero cuya fórmula gobierna sin importantes sobresaltos en el Land de Schleswig-Holstein. En su contra, las diferencias ideológicas que en temas clave como la inmigración o energía lo harían difícil, aunque no imposible, la convergencia de las tres formaciones.

Por lo demás, las quinielas también apuntan a una coalición de izquierdas, con o sin la ayuda de los liberales, aunque la suma de los actuales datos en estimación de voto, así como que las insalvables diferencias entre Los Verdes y el FDP tornarían, por el momento, muy complicadas las conversaciones.

Distintos escenarios en los que, para complicar aún más el tema, toma fuerza un nuevo actor, la AfD, que, tal y como señalan las encuestas, suma cada vez más puntos para entrar por primera vez en el Bundestag como tercera fuerza. Tanto Merkel como Schulz ya han dejado claro que no permitirán que los populistas formen parte de sus hipotéticos Ejecutivos, aunque su más que segura e importante presencia en el Parlamento podría suponer un lastre para las negociaciones.

Con todo, el periódico «Bild» no dudó ayer en asegurar que el futuro Gobierno federal no quedará claro el próximo domingo y que las discusiones se podrían alargar hasta las Navidades. No obstante, y, según varios politólogos consultados por este medio, se descarta que la dificultad para formar Gobierno obligue al país a ir de nuevo a las urnas. Para muchos, la que hasta ahora se definió como una campaña aburrida empieza por fin a tener algo de emoción. De hecho, y tal y como reconoció la misma canciller en una entrevista publicada ayer por el «Bild», «hasta el domingo todavía puedo hacer algo. Después estoy condenada a esperar y mirar. Es como esperar a que te den las notas en el colegio». En cualquier caso, y con este escenario preelectoral, nadie duda de que Merkel se encamina a ganar su cuarto mandato consecutivo y que la opción más factible para formar un Gobierno estable con una mayoría amplia es reeditar la actual Gran Coalición entre los conservadores y los socialdemócratas. Algo que, sin embargo, ninguna de las dos fuerzas políticas desea.